La fuerza del Destino.

Cap 23.

Amen, amen siempre y con mucha fuerza, nunca se arrepientan de dar todo por alguien. Si hiciste bien las cosas y no se dio, ánimo, la vida sigue y aparecerán mejores personas en el camino, no todo está perdido.

Quisiera poder seguir mi propio consejo o mensaje, pero no puedo.
No quiero más personas en mi camino, solo la necesito a ella.

Es el 25 de enero, es decir, hace 25 días que no sé absolutamente nada de Mikasa Ackerman.

El día de hoy salgo de vacaciones hasta el 25 de febrero. Sé perfectamente bien que Mikasa cumplirá 20 años el 10 de febrero.

La mejor decisión que pude tomar es irme del país por unos días.
A conocer gente nueva, a relajarme y despejar mi mente.
Volver a conectar conmigo mismo.
Necesito sanar.

🍡🍡🍡

MIKASA ACKERMAN.

25 días sin él.
25 días sin verlo.
25 días sin saber absolutamente nada de él.

A 5 días de regresar a clases.
Mis amigos intentan sacarme del departamento, quieren que salga a distraerme, a conocer a más personas.
Pero no, no pienso volver a abrirme a nadie más.

Lo extraño,
demasiado.

Pensé que quería a Levi, cuán equivocada estaba, amo a Levi.

Sonó mi celular, me fijé.

<<LLAMADA ENTRANTE: PAPÁ>>

— Hola padre. — dije desanimada.

— Te escuchas terrible, hija.

— Ajá.

— ¿Terminaste con ese muchacho, cierto? — preguntó en voz baja.

— Lo hice, hace 25 días exactamente.

— Mikasa ¿lo amas? ¿quiéres estar con él? — preguntó alterado.

— Eso que importa.

— ¡Importa y mucho! — exclamó — ¿lo dejaste ir sin más?

— Padre, no es algo de lo que quiera hablar contigo.

— Mikasa — pronunció — ¿Haz olvidado lo que te inculqué? ¡debes ser valiente y luchar por lo que quieres!

Silencio...

— Si de verdad se quieren, deben luchar por su amor. — suspiró — y no hagas caso a los comentarios de tu madre, ella ya vivió su vida, ahora tú vive la tuya.

Sus palabras tocaron mi corazón.

— No me cansaré de repetirtelo, hija. Ese muchacho y tú no tienen nada que ver de los conflictos de tu tía. Comprendo perfectamente que tienen lazos familiares. — elevó la voz — ellos son de otra generación, y tú con Levi están fuera de esta burbuja. De hecho, hasta tu madre está fuera de esta burbuja.

— Papá, no sigas... — respondí tratándo de contener mis lágrimas.

— Tu tía ya es una anciana tras las rejas por el crimen que cometió, aparte, no es por lo único que ella está encerrada, sino también por lavado de dinero y extorsiones.