𝟣𝟩. 𝖾𝗅 𝗁𝖾́𝗋𝗈𝖾 𝖽𝖾 𝖳𝗒𝗌𝗈𝗇

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🌿✨ 𓄴 SEMPITERNO presents to you
▬ ▬▬ Chapter seventeen

          ❝Tyson's hero

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De todas las misiones y búsquedas que Victoire ha tenido a lo largo de sus catorce años, está era sin duda la más inquietante y aterradora de todas.

La castaña estaba segura de que no llevaban ahí abajo más de dos horas y ya estaban atrapados; Esa cosa que habían oído Tyson y Grover terminó persiguiéndolos por el túnel de la izquierda hasta un callejón sin salida gracias a un bloque de piedra enorme que les cerraba el paso.

Gracias a los dioses que Tyson estaba con ellos, porque esté comenzó a embestir el bloque y les abrió un espacio lo suficientemente grande para pasar. Entre todos volvieron a colocar la roca y la criatura al otro lado aulló de rabia cuando los cinco estuvieron fuera de su alcance.

No obstante, a los pocos segundos, se dieron cuenta de que no habían atrapado al monstruo, sino que ellos mismos se habían metido en una celda.

—¿Qué demonios es esto? —dijo Annabeth, tirando de los barrotes, más estos no se movieron ni un milímetro.

A través de ellos, vieron una serie de celdas dispuestas en círculo alrededor de un patio oscuro: tres pisos de puertas con rejas y con pasarelas
metálicas.

—Una cárcel —dijo Percy—. Quizá Tyson pueda romper...

—¡Chitón! —susurró Grover—. Escuchen.

Por encima de ellos, se oía un eco de sollozos que resonaba por todo el edificio. Y se captaba otro sonido: una voz áspera que refunfuñaba, aunque no se entendía qué decía. Las palabras eran chirriantes, como guijarros revueltos en un cubo.

—¿Qué lengua es ésa? —pregunto Tori intentando oir algo..

Tyson, junto a ella, abrió un ojo como plato.

—¡No puede ser!

—¿Qué? —preguntó Percy.

Sin embargo Tyson no pareció oirlo. Agarró dos barrotes de aquella celda y los dobló como si no nada, dejando espacio suficiente incluso para un cíclope.

—¡Espera! —dijo Grover.

Tyson no le hizo caso y los cuatro corrieron tras él. La prisión era muy oscura; sólo unos cuantos fluorescentes parpadeaban arriba.

—Conozco este sitio —dijo Annabeth—. Es Alcatraz.

—¿La Prisión en la isla cerca de San Francisco? —preguntó Victoire.

Ella asintió.

—Vinimos de excursión con el colegio. Es como un museo.

Victoire estaba más que sorprendida. Sonaba imposible que hubieran emergido del laberinto y aparecido en el otro extremo del país. Más el hecho de que Annabeth se había pasado todo el año en San Francisco, vigilando el monte Tamalpais, al otro lado de la bahía, le decía a Victoire que su amiga sabía lo que decía.

𝗦𝗘𝗠𝗣𝗜𝗧𝗘𝗥𝗡𝗢 • 𝘗𝘫𝘰 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora