DESENLACE

14. La vuelta

En cuanto nos despertamos Dalton y yo fuimos a buscar a los otros para volver a casa.

No se como podría mirarte sin una sonrisa en mi cara ...

La noche que he tenido ha sido una de las más mágicas de mi vida. Por fin consigo sonsacarle que es lo que siente, porque a mi primeras era imposible saber qué es lo que pensaba, que rondaba por su cabeza. Aunque por muy bonito que fuera la verdad es que no se lo que somos, ¿por qué tengo la necesidad de ponerle un nombre o una etiqueta? Es que no quiero salir perjudicada ... pero me gana con sus palabras. La forma con la que me habla me hace sentir como que soy la chica con más suerte de este mundo. Y como besa ... solo recordar sus labios contra los míos hace que una emboscada de emociones estalle en todo mi ser. ¿Mariposas en el estómago? Bueno, da igual como lo llames solo se que me encanta.

Ya veras cuando le cuente esto a Maya y a Aubrey ... Hablando de estas dos ... Cuando hemos llegado de vuelta a la hoguera veo a Maya apoyada sobre el pecho de Gregory y a Aubrey durmiendo sobre el hombro de Piero. Ambos chicos ya despiertos nos hacen una seña con su dedo sobre sus labios como símbolo de que no hagamos ningún tipo de ruido. Ellos se ven muy cómodos ...

Leo por otro lado nos mira a mí y a Dalton, con una cara seria pero sonriente como si tuviera algo entre manos. Dalton ante esta situación me coge de la mano y le mira firmemente.

¡Oye chicos que no soy posesión de nadie!

Poco a poco las chicas se despiertan, recogemos nuestras cosas y nos dirigimos al barco. Subimos y escucho como Gregory empieza a encender el motor del barco, y es por ello que nos alejamos poco a poco de esta isla tan bonita, tan maravillosa y llena de magia. Apoyo mi cabeza sobre una de las barandillas de la parte final del barco para ver como poco a poco, minuto a minuto nos vamos alejando. Como las olas chocan unas contra otras y la espuma que deja el barco por su camino ... Con la palma de mi mano intento tapar el sol que se apodera de mi mirada. De fondo escucho a Maya venir junto a Aubrey riéndose, ellas se sientan a mi lado y se me quedan mirando fijamente mientras toman un trozo de sandia cada una.

- ¿Qué? – digo entre risas

- ¿Qué? En serio eso es lo único que se ocurre decir. – dice una Maya anonadada

- Hazel, primero te enfadas y te vas muy entendible – Aubrey hace una ligera pausa mientras termina de masticar su trozo de sandía – Pero luego pasas la noche con él y volvéis de la mano. Como comprenderás no entendemos nada.

- Pero nada de nada – afirma Maya

- Digamos que me ha dicho que le gusto ... y yo le he dicho que me gusta .... Y bueno también nos ... - y casi susurrando les digo – nos besamos.

Esperaba por parte de mis amigas al menos una sonrisa, un algo, pero nada. ¡Qué he besado al chico por el que llevo tantos años enamorada! Más bien ,tienen unas caras de intriga, como si esperaran algo más.

- ¿Hola, me habéis escuchado? – pregunto a mis amigas

- Sí, sí, sí ... pero ¿no pasó nada más? – Aubrey me dice mientras se acerca un poco más a mí.

- Uhmmm ... no

- Ja, lo sabía anda Aubrey que ruede el dinero – le dice Maya a una Aubrey de mala cara mientras le extiende la mano, y esta le da un billete de 10 euros.

- ¡No te creo! Os habéis apostado mi virginidad. ¿En serio? – les digo indignada.

- Aubrey ... mi querida Aubrey todavía no conoces a nuestra Hazel lo suficiente. – afirma una Maya contenta mientras se guarda el billete en el bolsillo trasero de su pantalón vaquero.