Capitulo 20 "Vuelve a Casa"

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—Si no quieres ser gato muerto, sera mejor que no te nuevas

Estaba por comenzar a pelear con quien estuviera frente a mí, pero entonces reconocí su voz.

No hable, no podía hablar o mas bien tenia miedo a hacerlo

—Chat Noir, se que estas aquí

¡Por el queso!

—Si no sales yo misma entro y te saco

Sonreí con diversión al ver a la azabache tratando de ver hacia la oscuridad con sus mejillas infladas por el enojo.

—Con una condición —Murmuré

—¿Cual?

—Que vuelvas a casa

—Pero...

—Marinette, no es seguro que estés aquí, no es seguro que te vean conmigo.—cerré los ojos con fuerza, no podía ser impulsivo.—deberías irte a casa estarás mas segura

—Chat..

—Si realmente quieres ayudarme vuelve a casa y espera a que llegue

Podía verla, podía ver sus expresiones y no sabía lo mucho que dolía ver la tristeza en un rostro hasta que lo vi en ella.

Asintió, a pesar de que no podía "verle" y luego de dedicarme una media sonrisa se alejo del callejón.

Quise salir

Quise ir tras ella

Quería asegurarme de que llegue a salvo

Pero no podía, no era como tan fácil, nada era fácil... Al salir corría demasiados riesgos y entre ellos el ser atrapado por esa serpiente.

No se cuanto tiempo espere, tampoco supe en que momento la luna y las estrellas comenzaron a desaparecer.

Solo estaba clara una cosa, me había quedado dormido.

—Bella durmiente hasta que te levantas

—¿Cuanto tiempo llevo dormido?

—¿Un poco mas de una hora?

Cerré loa ojos con fuerza, no podía creer que me me haya quedado dormido

—Vamos tenemos que volver antes de que París se despierte y sea blanco de los parisinos

El aire fresco golpeaba mi rostro, amaba la sensación pero no la disfrutaba, en estos momentos mi mente era un caos habían demasiadas cosas. Demasiadas teorías y demasiada información

Desde donde estaba podía ver la panadería, pero no me atrevía a avanzar. Tenía miedo, demasiado miedo.

Estaba por dar la vuelta y alejarme, estaba por olvidarme de esta dirección pero entonces una cabellera azul llamo mi atención.

Mis pies se movieron solos y cuando me di cuenta ya estaba en el barcón de la azabache

—Chica tonta —murmure

Ella estaba acostada sobre la perezosa que se encontraba en el barcón, tenia las manos frías al igual que la nariz

¿En que estaba pensando al quedarse en el barcón? ¿Quería enfermar?

La cargue de vuelta a su habitación, tratando de no despertarle, aun no tenia el valor para enfrentarla

Su respiración era tranquila, realmente estaba dormida, esperaba que no se despierte

¿Alguna vez hicieron alguna travesura y trataron de escapar del castigo?

Era exactamente lo que yo quería hacer en este momento, quería salir, quería escapar y no enfrentar el castigo que querían darme

Desde la noche anterior había estado pensando y por mucho que quisiera alegrarme por las palabras de la azabache no podía, por más que quería no podía alegrarme al saber que ella realmente se preocupaba por mí

Quizás todo era por el miedo a lo que había soñado aquella vez. Pero sea cual sea el motivo, desde que ella dijo aquello no podía estar tranquilo

—Hasta que te dignas en aparecer, gato tonto

¡Rayos!

—¿Por qué dormiste en el barcón?.—Pregunte rapidamente

—¿Por qué no volviste anoche?.—Pregunto ignorando lo que dije

—Mari

—No, ningún Mari, ningún princesa. ¿Sabes lo preocupada que estaba? ¿Tienes idea de todas las cosas que pasaron en mi mente?

—Yo... Yo

—¿Tanto te afecto que te dijera aquello?

Sus ojos estaban clavados sobre mi, estaban aguantando las lágrimas.. Era la misma mirada que había visto una vez.. Era aquella mirada que me había dado cuando la acusaban de ser la culpable.

Cerré los ojos con fuerza, necesitaba pensar, aclarar mis ideas y dejar de ser tan miedoso

—Entonces tengo razón —Sonrió de lado.—Bien, puedes dormir en la cama, en la mesa hay algunas galletas y pan, mis padres no estarán por tres días así que puedes bajar y calentarlas o hacerte algo de comer tú decides

Minino sin hogarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora