capitulo 44 "El diario"

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El lugar era exactamente como había visto en mis recuerdos. Las paredes, el piso, el diseño. Absolutamente todo estaba igual.

—Suerte mínimo.—Hablo animandome y a su vez sacandome de mis pensamientos los cuales comenzaban a fluir.

—¿Te vas?
—Minimo no puedo quedarme y lo sabes
—Pero...
—Pero nada. A luchar contra la maldad.

Y así como si se tratara de algún tipo de alucinación ella desapareció. ¿A qué se había referido con seguir mi intuición? ¿Y si seguirla me llevaba al fracaso? ¿Y si me equivocaba?

A pesar de que para mí yo actual era la primera vez que estaba aquí, tenía esa sensación de que ya había estado en este lugar antes.

¿A eso se refería Bunnix?

La habitación se mantenía en una baja luz no tan alta como para dar a conocer que la persona estaba despierta, pero si  lo suficiente para poder ver dentro. Lo primero que llamo mi atención fue la pantalla del ordenador que se mantenía encendida, me acerque para poder ver con más claridad que había en la pantalla y con lo que me encontre  fue con una página abierta parecía ser alguna clase de muñecos animados por las imágenes que tenía pero luego de leer me di cuenta de que se trataba de una página de noticias de París.

Hablan hacerca de un villano que a estado causando miedo en las calles parisinas. Deje de leer no podía distraerme más

Sobre el escritorio habían unas agujas, hilos y hojas con lo que parecían ser diseños.

¿Diseños?

—Quisiera ser una gran diseñadora —Aseguro con brillo en los ojos.—Desde pequeña me a gustado crear y diseñar mis propias cosas pero últimamente no he podido hacer nada. Y tampoco creo ser tan buena en ello así que mucho no importa

—¿Estás bromeando princesa.?.–Pregunto el rubio con incredulidad.—Tus diseños son preciosos

¡Claro ella le había mencionado que quiere ser diseñadora!

¿Realmente estaba en esta habitación? ¿Aquel recuerdo era real o su mente estaba jugando con el una vez más? ¿Realmente había salido de aquel cuarto? ¿Acaso todo era otro sueño?

Negué tenía que apresurarme o todo se pondría peor. Lo primero que revise fue los cajones del escritorio pero no había nada.

Entre su ropa, su mochila, aquella cartera que siempre lleva con ella, en su cama.

No había nada absolutamente nada.

¿Dónde más podía estar?

Mire el reloj sobre la mesita de dormir, aún faltaba un poco más de media hora para que ella llegué.

—¿Por qué escribes siempre en eso?.—Pregunto con curiosidad el rubio mientras metía otra galleta a su boca.

Ella detuvo su escritura y le miró por un momento.
Quizás analizando la situación para poder responder.

¿Por qué tardaba tanto en responderle? Últimamente sentía que la azabache era más cuidadosa de lo normal

—Para recordar....—Su voz bajo y por el movimiento en sus labios el chico  podía asegurar a que había dicho algo más pero aquellas palabras no las había escuchado.

¿Que más había dicho?

—¿Recordar?.—Pregunto confundido
—Si Chat recordar.—Aseguro con una leve sonrisa
—No entiendo.—admitio, el chico de orejas puntiagudas. Ella nego divertida y luego pareció pensar en algo

Minino sin hogarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora