capitulo 16 "Confío en ti"

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¿Alguna vez sintieron que una simple frase podía parar el tiempo, cambiar su mundo por completo o en el peor de los casos podía paralizarlos haciéndoles sentir una mala sensación ?

Pues a mi si me pasaba, me pasa en este instante. Sus palabras me habían dejado estático sin posibilidad de moverme, era como si todo el mundo se detuviera y solo estuviera ella. Era tan irreal, confuso y en cierto pinto sentía que el miedo quería gobernar.

¿Había escuchado mal?

—¿Qué?

—Confió en ti con mi vida entera

Mire cautelosamente a la azabache quien mantenía una sonrisa sincera en sus labios, mientras que sus ojos estaban puestos sobre mi observándome. ¿Que quería descubrir?

¿Acaso era una broma?

Quería que fuera aquello, quería que sonriera de manera bromista y dijera que tenía que trabajar para ganarme la confianza de ella. Pero aquello jamas sucedió.

La presión en mi mano me hizo volver y ver a la chica que estaba frente a mi, aquella misma chica que había visto morir antes. ¿Era esa acaso una señal? ¿Tenia que tomar medidas de precaución?

—Deberías pensar mejor las cosas y no hablar tan apresuradamente

—¿Porqué?

—Princesa, no puedes decir aquello tan confiada, ¿Que pasaría si yo no...

—Chat, eres la persona mas sincera que eh conocido. Si algún día estuviera en peligro y si mi única opción seria saltar hacia el vacío —me miro, ella no mentía, no había pizca de broma o gracia en lo que diria— si tu me pides que salte lo haría

Tiene que estar bromeando, por favor cámara escondida sal y di que es una broma de mal gusto

—¿Por qué harías algo tan tonto?

—Por que confió en ti —sonrio— por que se que si me pides que salte es por que tienes un plan para salvarme

Sonreí de lado, al imaginar aquella escena, volví en el pasado, volví en recuerdos del pasado cuando era un chico que trataba de ser normal, volví a aquel día que salí de casa sin permiso para poder ver la película de mamá.

Recordé aquel día en el que mi guardaespaldas se convirtió en un gran gorila gigante, recordé aquel día en el que la heroína de rojo me pidió saltar de aquel edificio.

—Si estas en peligro, no seas tan cerrada, no hagas cosas arriesgadas

—Lo dice el chico que pone en riesgo su vida por salvar a París de la maldad —contradijo

—Eso es muy distinto

—¿Porqué sería distinto si haces lo que ni quieres que haga?

—Mari, es mi trabajo, es mi deber cuidar a París, estar a disposición de los ciudadanos

—¿Porqué aceptaste hacer este trabajo?

—Porque quería ser libre —respondí observando los puntos brillantes en el cielo—Ya te lo mencione antes, mi vida no es color de rosas, esta lejos de ser colorida. Día a día era controlado, no podía desobedecer y tampoco tenia como huir

—Entonces...

—Entonces un día una caja apareció en mi habitación y segundos después tenia una bola de pelos negra queriendo destruir todo

¿Fue el destino? ¿Una simple casualidad? No lo sabia, nunca tuve una oportunidad para preguntarle al maestro Fu, cual fue la razón por la que me eligió. Pero sea cual sea la razón siempre le estaría eternamente agradecido

—¿Tuviste miedo?

—No, mas que miedo aquel día sentí adrenalina, estaba muy emocionado, tanto que no deje que Plagg terminara de explicarme todo.

Solté una pequeña sonrisa sonora, aun recordaba aquella batalla. La emoción había sido tanta que no escuche a mi kwami. Las consecuencias fueron un gato volador y una catarina reprochando mi irresponsabilidad

—Debió ser complicado —murmuro Marinette, quien miraba el cielo con una pequeña sonrisa en sus labios. Asentí dándole la razón

—Mas que complicado yo diría que temía no poder cumplir con mi deber.

—¿Cumplías con tu deber coqueteando con Ladybug? —levanto una ceja mientras se cruzaba de brazos— valla que responsable resulto ser el gato

—¿Celosa?

Minino sin hogarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora