14. Homeless

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Después de la confesión de Ashtray, ninguno volvió a decir nada.

Supongo que se debió a la gran coincidencia de que ambas abuelas se conocieran.

Fezco dejó primero a Rue en su hogar y luego me dejó a mi. 

Hice el amago de entrar a casa y cuando ambos hermanos desparecieron en su coche, me fui.

Iba caminando por la calle sin rumbo ya que, obviamente, no quería que Ted se enfadara aún más con mamá. Quise mirar la hora en el móvil pero ya no tenía batería pero lo que tenía claro es que era tarde.

Pensé en quien podría acudir. 

¿Cal? No, Nate vivía con él y se lo diría a mi hermana, por lo que descubriría lo que pasó.

¿Cassie y Lexi? Más de lo mismo, Maddy se enteraría.

¿Rue? Ya tenía suficiente con atormentar a su madre por sus recaídas.

Una idea cruzó mi mente, ir con Laurie. Emprendí camino al motel para después llamar a la puerta.

Abrió Bruce, quien hace rato descubrí que era la pareja de mi tía.

- ¡Laurie, tu sobrina! - llamó por ella mientras me dejaba pasar.

- ¿Qué haces aquí, Ivy? - cuestionó.

- No tengo a donde ir, Ted no me quiere en casa - confesé.

- Este no es el mejor lugar para quedarse - confesó con su habitual tono calmado.

- Lo sé, pero enserio no tengo a donde ir. Solo esta noche, por favor - rogué.

- No, solo esta noche no. Te quedarás con nosotros - afirmó.

- ¡Todos fuera de aquí! - gritó Bruce.

Laurie desapareció por el pasillo.

Todos salieron excepto él, mi tía y un chico joven de rizos. El primer nombrado se giró hacia mi dispuesto a seguir hablando.

- Él es mi hijo, Bruce Jr - aclaró.

- Hola - le sonreí.

- Hola - dijo un poco serio.

Mi tía volvió por el pasillo.

- Ven cariño, te enseñaré tu habitación - dijo amable.

Iba a avanzar hacia ella hasta que su pareja, también mi tío, me habló.

- ¿Y tus cosas? - curioseó.

Supuse que era para llevarlas a mi nuevo cuarto.

- Oh, no tengo nada - me avergoncé.

- No te preocupes cielo, mañana Jr te puede acompañar a comprar algo de ropa y todo lo que necesites - aclaró la mujer.

- Claro, además, ahora somos familia ¿no? - dijo más amable esta vez.

- Gracias - le sonreí.

Laurie me acompañó hasta la que sería mi habitación y me dejó para poder descansar.


SERENDIPIA (Ashtray I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora