33. Jealousy

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Por la mañana me desperté pronto y fui a hacerles una visita a los hermanos antes de ir con Nate por la tarde.

- Hola Fezi - saludé.

- Hola cuñada - se burló.

- ¿Y Faye? - pregunté.

- No disimules, vienes a ver a Ash, lo noto en tu mirada -.

- También, pero me sorprendió no ver a la rubita por aquí - aclaré.

- ¿No te enteraste? Bueno claro, fue de último momento. Sabes que Jr se fue donde vivía tu padre para remplazarle, ¿no? - preguntó y asentí esperando que continuase.

- Hola nena - apareció Ash saludando.

- Calla, Ash. Estamos en medio de un cotilleo - le dije callándolo.

- Le pidió a Faye que fuera con él, parece ser que ambos se gustaban bastante - continuó el pelirrojo.

- De Brucie lo sabía pero por parte de Faye, no me di ni cuenta. Que fuerte - le dije.

- ¿Ahora puedo hablar? - cuestionó un Ash burlón.

- No lo sé. Fez, ¿deberíamos dejarlo hablar? - me burlé.

- Mejor no - respondió el mayor mientras salía de la tienda.

Ambos nos encontrábamos solos dentro.

- ¿No me dejas hablar? - se fue acercando a mí.

- No - dije muy segura.

- ¿Segura? -.

- Muy segura -.

Se siguió acercando hasta besarnos.

- ¿Y ahora? - cuestionó.

Me reí por lo que se lo tomó como un no y me volvió a besar.

Cuando nos separamos, dijo algo que me dejó de piedra.

- Te quiero - me susurró.

- También te quiero - le susurré.

Pasamos la mañana en su nevera y cuando llegó la hora de comer, fuimos los tres juntos.

Cuando miré el reloj, me di cuenta de la hora que era y de que había quedado con Nate.

- Chicos, os abandono, tengo que irme - les anuncié.

- Quédate un rato mas - sugirió Ash.

- No puedo, quedé con Nate -.

Ambos hermanos se miraron seriamente.

- ¿Con Nate? - preguntó el pelirrojo.

- Sí - afirmé.

Fezco miró para Ash y decidió que era mejor dejarmos cinco minutos a solas.

- No me gusta ese tipo - soltó Ash.

- No es mala persona además, su familia es agradable - defendí.

- Nena, ten cuidado con quien te juntas. Todo el mundo tiene dos caras, solo que algunos esconden una -.

- Ash, no va a pasar nada. Nos vemos luego ¿sí? - le dije.

- Pero que le quede claro que eres mía... Si te tocan un pelo, lo mato - amenazó Ash.

Nos despedimos con un beso y fui hasta casa de Nate.

SERENDIPIA (Ashtray I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora