SERENDIPIA (Ashtray I)

37. Mole

Después de desayunar y pasar la mañana sin hacer nada en mi casa, Ash y yo decidimos salir.

Íbamos dando un paseo cuando nos encontramos a Rue sola.

- Ash - lo llamó.

- ¿Qué quieres, Rue? - cuestionó.

- ¿Llevas algo encima? - preguntó sin parar de mecerse para los lados.

- ¿Estás bien? - me preocupé.

- No le pasa nada, solo tiene el mono de drogarse. Vámonos - explicó para querer irnos.

- ¡No! - gritó la mayor.

Rue me cogió del brazo alejándome de Ashtray para tenerme entre los suyos apretándome.

- Rue, me haces daño - me quejé.

- Suéltala - dijo mi novio a punto de perder la paciencia.

- Dame algo - insistió.

- No llevo nada -.

- ¡No me mientas! - se desesperó.

Ashtray dio un paso hacia nosotras.

- Espera, Ash. Déjanos hablar - le supliqué.

Él nos dio nuestro espacio dando unos pasos hacia atrás.

- Rue, hablemos pero empieza por soltarme, no voy a escapar - le dije.

Me soltó.

- No puedes seguir así, Rue. Tu familia y amigos nos preocupamos por tu bien, te queremos - intenté ablandar su corazón.

- Lo necesito, Ivy - suplicó.

- No lo necesitas, solo crees que sí porque así funcionan las drogas pero realmente, no. Eres fuerte y estando sobria y con la ayuda adecuada podrías ver todo con claridad. Por favor, Rue -.

Ella, con mirada perdida y con aspecto de pensar en lo que le dije, se fue.

Ashtray se me acercó.

- ¿Cómo lo hiciste? Estaba muy alterada -.

- Hablando - dije con simpleza.

Ash y yo pasamos todo el día juntos hasta que llegó la noche y cada uno se fue a su hogar.

- Hola pa, ya llegué - avisé entrando por la puerta de casa.

- Si no lo dices, no me doy cuenta - dijo con sarcasmo.

- Eh, controla ese tono, Dean -.

- Por cierto, la tía Laurie te manda saludos. Ella y Bruce tuvieron que irse de aquí por un topo - explicó.

- ¿Y si ese topo también habla de nosotros? - me preocupé.

- Si eso llega a pasar, vete con Ash y Fezco lejos de aquí. Protegeros y sobre todo, niega todo - me dijo serio.

- Te quiero, papá -.

- Y yo a ti, pequeña -.