SERENDIPIA (Ashtray I)

32. Ashtray

A la mañana siguiente decidí salir mientras papá terminaba de colocar todo en casa con ayuda del tío Bruce.

Durante mi paseo me encontré a Nate.

- Hola Ivy. ¿Qué tal después de la que montó Maddy por una foto? - se preocupó.

- Hola nate. ¿Tú crees que hice algo que la molestase o que pudiera ofenderla? -.

- Maddy está loca, enana - dijó.

- ¿Así hablas de tu novia? - me reí.

- Ya no estamos juntos - confesó.

- Oh Nate, lo siento muchísimo - puse mi mano en su brazo para darle apoyo.

- No te preocupes, nuestra relación ya estaba muerta después de tantas idas y venidas - sonrió.

- Cuenta conmigo para lo que necesites, no estás solo - le devolví la sonrisa.

- Lo tendré en cuenta mañana a la tarde viendo una película -.

-Está bien, Nathaniel. Nos vemos mañana - le sonreí marchándome. 

Él siguió su camino y yo el mío hasta la tienda de Fez.

- Hola doble F - saludé.

- ¿Doble F? - preguntó un confuso Fezco.

Faye también tenía una mirada confusa tras lo dicho.

- Fezco y Faye - me reí.

Ambos se rieron. 

- Buscas a Ash ¿verdad? - dijo Faye y asentí.

- En la nevera - indicó Fez.

Entré y Ash estaba mirando las cámaras de vigilancia, como de costumbre.

- Ivy, no digas nada y déjame hablar. Te he extrañado; tu sonrisa, tu forma de molestar y venir cinco veces al día - confesó ganándose una sonrisa de mi parte.

- Ashtray... - me cortó.

- No digas nada y mejor vete -.

- ¿Puedes dejar de ser tan cabezón y cerrado? Te iba a decir que yo a ti también - le sonreí.

Ash se fue acercando hasta juntar nuestros labios en un dulce y delicado beso.

Cuando ya notábamos la falta de aire, nos separamos pero juntando nuestras frentes.

- Nunca estuve con nadie y no sé como estarlo, pero me gustaría intentarlo contigo - sonrió aún a escasos centímetros.

- ¿Qué quieres decir? - le sonreí también.

- ¿Quieres ser mi novia? - declaró.

- ¡Por fin! - escuchamos a Faye gritar desde fuera, lo que nos hizo reír.

- Sí Ash, sí que quiero estar contigo -.

Dicho eso, volvió a juntar nuestros labios para luego abrazarme y acompañarme hasta casa cogidos de la mano.

- Hola chicos - dijo mi padre cuando nos vio fuera.

- Hola, señor Mayle - dijo Ash.

- Ese señor suena extraño - dijo él.

- Tú de por si eres extraño, pa -.

- Ashtray querido, un consejo, nunca tengas hijos - dijo mirándome con falso enfado.

Los tres nos reímos aunque Ash de forma nerviosa.

- Papá, estamos juntos - le sonreí.

- ¿Quiénes? -.

- ¿Quiénes estamos aquí? - respondí con otra pregunta irónica.

- ¿Tú y el pequeño unineuronal? - se sorprendió.

- ¡Qué no me robes las expresiones, Dean! - le grité.

- No es nada personal, eh Ash - dijo.

- Sí Ash, no es nada personal, solo que mi padre se cree gracioso - me burlé.

- Lo soy. Pero eres mi hija, mi única hija por lo tanto, nadie será nunca suficiente para ti desde mi perspectiva - explicó.

- Pues eso papá, que estamos juntos - retomé el tema principal.

Ash lo miró espectante a su reacción.

- Me alegro, la verdad es que me caes bastante bien. Se te nota maduro y por tu carácter, nunca dejarás que le hagan daño. Eso sí, si le haces algo, date por muerto - amenazó de manera amistosa.

- Nunca le haría daño y sobre lo de protegerla, no lo dude - corroboró mi ahora novio.

- ¿Quieres pasar y cenar con nosotros? - preguntó mi padre.

- Me gustaría pero tengo un par de entregas - contestó.

Papá asintió y nos dejó solo para despedirnos.

- Mañana nos vemos, nena - me besó.

- Mañana nos vemos - aseguré con otra sonrisa.

Ashtray esperó a que entrase para después irse.