La Luz En Tu Mirada [ ItaSuku ]

Uno

۝ Aclaraciones: Este Sukuna será la versión adolescente del Sukuna Original. Ojos color azúl celeste y cabello rosa nostalgia, solo que su cuerpo será como el de Yuji, para que no se confundan XD

۝ ¿Errores? Un montón.
¿Beta? No tengo
¿Hotel? Trivago.

Su vida era normal, su día a día no estaba lleno de sorpresas, la escuela, su casa, su trabajo de medio tiempo, sus amigos e inlcuso los chicos con los que salía a pasar el rato gracias a su madre, la cual decía que era muy joven y que tenía que disfrutar su vida... Entre otras cosas que pasaban en su vida.

Un día normal de la escuela a su casa para ver a sus padres a quienes ya extrañaba y quería invitarlos a comer esa misma noche... Entonces ¿Por qué? ¿Por qué al entrar a su casa después de un día complemente normal, encontraba a sus padres de rodillas frente a tres personas desconocidas y con armas, apuntando hacia ellos?

La noche había caído y la brisa que comenzaba a caer en las afueras comenzaba a ser lejana para él.

- ¿Mamá? - Susurró Sukuna. La habitación había quedado en un completo silencio después de que el entró. Incapaz de salir corriendo o al menos de ayudar a sus padres.

- ¿Mamá? ¿Miyuki tuviste un hijo? - Uno de los hombres comenzó a reír mientras sostenía un arma en su mano derecha.- Dios... Ya lo sabía pero pensé que sería interesante decirlo, así como en las películas ¿No es cierto?

– ¿Papá? – Susurró Sukuna. Aún en la entrada de la sala podía ver como esos dos hombres que estaba junto al otro comenzaban a murmurar, ¿A dónde había quedado esa determinación que se le había enseñado desde pequeño? ¿Dónde quedó el ser un Omega diferente para salvar a su familia? ¿Dónde quedó el Sukuna que se consideraba fuerte por golpear a todos los que se le insinuaban o molestaban?– Maldición.

– El problema es conmigo y con mi esposa, así que dejen que Sukuna se vaya de aquí, el no les debe nada... Malditos hijos de puta.– No iba a dejar que eso se quedará así, no iba a dejar que su hijo pasara lo que una vez el estuvo a punto de pasar. Además viéndolo indefenso y sin saber que hacer era una razón más para creer que Sukuna no era fuerte... No lo era pues quería que corriera lejos de ahí y sin mirar atrás, que los dejara y escapara el solo.

– ¿En serio? ¿Solo contigo y con Miyuki? – El hombre que estuvo hablando todo ese tiempo se acercó a Haruhiko para darle un golpe en la cara, haciendo que cayera al suelo.– Contesta, Haruhiko ¡¿No es con él también?!

– Sujeten al chico.– Hablo el segundo hombre.

– No, déjalo... Ni siquiera puede moverse y menos si tenemos apuntado a sus dos padres – Soltó una risa, quitándole importancia al asunto o más bien a Sukuna.– El puto problema es con todos, ¿No recuerdas? ¿O se te olvidó que hace tiempo enteraste a la casa del jefe por una buena vida, Miyuki? ¡Contesta!