Ocho

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Un pasado y un presente - Parte II

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Una melodía hermosa que fue arruina por un invitado no deseado, una fiesta en dónde lo menos que quería era un desastre y una desgracia.

- ¡No es lo que piensas!

Palabras que salían de su boca y que eran como dagas para su corazón. ¿Qué razón tenía el mentir?


- ¿No es así? - Preguntó, le dolía tanto ver a Fushiguro Megumi con una marca en su cuello, una marca que no era suya.

- ¡No! ¡Yo no lo amo como te amo a ti!

Mentiroso, pensó Yuji.

- Entiendo, entiendo.- ¿Y por qué mentía? Por supuesto, porque Gojo Satoru era todo lo que Yuji deseaba ser para Megumi, su destinado, su alma gemela, su todo.

¿Eran celos? ¿Enojo? ¿Tristeza? ¿Decepción? Al parecer todo eso era una combinación que le hacia temblar.

Dos días pasaron desde aquel incidente en la casa Taira, dos días en los que todas las pertenencias de Megumi fueron recogidas de poco a poco y que... Con todo el dolor de su corazón, dejó ir.

- ¿Estás es la despedida definitiva? - El Omega tenía entre sus manos el último regalo que Yuji le había dado, su anillo.

- ... - No respondió, ninguna palabra salió de aquellos labios.

- El joven Yuji espera verlo un día de estos... Todos esperamos lo mismo así que por favor, cuidese mucho Joven Fushiguro, ¿Si? - Takeshi, el mayordomo y mano derecha de Yuji hablo, dándole la mano a Fushiguro como despedida.

- Gracias, señor Takeshi... - Quería llorar por todo lo que había pasado, si tan solo... Si tan solo no se hubiera dejado llevar, si le hubiera dicho a Yuji que su celo se había adelantado, si no hubiera confiado en esa sirvienta. Todos eran un "Si hubiera...".- Nos vemos, Yuji. Te amo.


- Adiós, Fushiguro... Dile a Toji que venga a la casa Taira mañana, es una orden.- Se dio la vuelta para partir camino al interior de la casa, sin detenerse, soportando el llanto de un Omega que ya no era suyo y de una promesa que no cumpliría.

Yuji no era rencoroso, era una persona buena, amable, sincera... Y comprensiva pero en ese momento, nada de eso estaba ahí, su alfa inquieto, sus sentidos alterados y el corazón roto... ¿Quién era Itadori Yuji? ¿Quién era ese alfa que no pudo cuidar a ese Omega?

Dos toques a la puerta fueron dados y después el silencio que realmente le pareció agradable

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Dos toques a la puerta fueron dados y después el silencio que realmente le pareció agradable.

- Al menos debería comer un poco... ¿No lo cree? - Takeshi había hecho lo posible por sacarlo de la habitación que una vez compartió con ese Omega pero cada vez que lo intentaba, fracasaba a gran escala.

La Luz En Tu Mirada [ ItaSuku ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora