- ¿Quieres ver a tu Omega? - Gojo hizo que Yuji tomara asiento en aquel sillón, rodeándo este mismo con si fuera un cazador, un depredador que no consumió sangre en meses.
- No es mi omega, sólo me interesa por la casa Kita y tú lo sabes perfectamente.
- Él no la tendrá, el mayor soy yo y nadie ni siquiera tú me han podido asesinar, la casa Kita es parte de mi y jamas se le dará a alguien me no la merece, un Omega de sangre mezclada.
Ignoró ese comentario, mirando a un punto fijo para después contestar– ¿Qué quieres a cambio? ¿Por qué estás tan obsesionado con Sukuna? – Murmuró para que solo Gojo escuchara.
- ¡No es obsesión! Es simplemente venganza. – Gritó, deteniéndose frente a Yuji.
- No lo parece, es como si yo te hiciera lo mismo, ¿Entonces qué sería eso? - Exclamó - Yo te quito los negocios, saboteo tus embarcación, tus rutas y tus socios así que eso se llamaría venganza o la muerte de alguien de tu familia, ¡Eso es venganza, Gojo!
- ¿A dónde quieres llegar?
- Amas a Sukuna como Omega y no como hermano. - Yuji se levantó, su alfa estaba más inquieto de lo normal por lo que necesitaba salir de ahí, al menos con Sukuna. Los dos escucharon como la puerta de aquella casa fue abierta, pasos acercándose y a ese hombre que traicionó a Sukuna con un disparo en la cabeza, cosa que no habían escuchado.
- Nanamin.- Gojo sonrió, dejando su arma de lado al ver a ese hombre y también a quien lo acompañaba- Nunca pensé que tendrías a Nanamin ni Higuruma, Yuji.
- Vete, Gojo.
- Mátalo, Nanamin.
- Yuji.
- ¡Mátalo! ¡El mató al abuelo! ¡Nanamin!
- No lo harás... ¿Verdad, Nanamin? - Gojo negó mientras una risita era escuchada por los presentes, se despidió de Yuji mientras pasaba al lado de sus dos conocidos.
La habitación quedó en silencio mientras Yuji se contenía de ir con un arma detrás de Gojo, miró al rededor y después al supuesto tío de Sukuna y negó.
- Vayan por Sukuna, que no le pase nada o me olvidaré de que ustedes son como mi familia.- Había sangre en sus labios bajando hasta su mentón, salió de la casa con la esperanza de ver a Gojo pero solo encontró varios hombres muertos por lo cual solo se decepcionó.
....
- ¿Qué tiene de malo ser un Omega? Tú padre es un Omega, un bonito Omega que te dió a luz, Souei.
- ¿Por qué tengo que tener ese nombre también? Yo quería ser llamado Sukuna, como el demonio de dos caras y cuatro brazos, ese que atemoriza a las personas y es adorado y tenido a la vez. – Habló felíz, brincando de lado y lado en su cama.– ¿Verdad, papá?
- No es posible.
- ¿Por qué no?
- Porque ese nombre no debe ser mencionado nunca en esta casa... Souei.
...
- Souei... Es un nombre muy raro para alguien que fue o es hijo de Ryomen Sukuna, y que por si solo se cambiaría el nombre, estás loco. – Sonrió.
Sukuna había despertado, mirando con pesadez a su al rededor mientras la voz de Yuji inundaba sus oídos, aunque no estaba hablando con él, ni siquiera lo estaba mirando.
- ¿Cierto? No creo que sea un problema, además de todo le dije que era una mala idea ir con ese hombre pero es un Omega necio... Él no es como Megumi.
Megumi, siempre era ese mismo nombre, ese Omega que una vez vivió con Yuji.
- Lo odio.- Murmuró Yuji comenzando a darse la vuelta.- Porque este Omega es...- Hasta que observó a Sukuna ya despierto. – ¡Oh! ¡Ya estás despierto!
- Idiota.
- ¿Por qué? - Se acercó, tomando asiento en la cama donde estaba Sukuna.- ¿Por ayudarte? ¿Por decirte que no confiaras en ese hombre? No soy tan idiota como tú entonces.
– Soy heredero de la casa Kita, mi padre era el gran y apodado Ryomen Sukuna... Mi padre no era mi padre y mi madre es una mentirosa.- Soltó un bufido.- Son unos incompetentes.
- No deberías hablarle de esa forma a tus padres, aún no pasa mucho tiempo desde que murieron.
- ¿Y eso importa? ¡Ellos me engañaron! Se supone que yo tenía que ser grande, no el Omega humillado por Gojo Satoru, yo tenía que ser el heredero de la casa Kita y único en este mundo pero.
- Cállate.
- ¡No! ¡Tú también lo sabías! ¡Gojo dijo que tú sabías que yo era el heredero de la casa!
- ¿Y qué si lo sabía? ¿Qué harás? ¿Me golpearas? ¿Dirás que me odias?– Itadori llegó a un punto en que no sabía cómo desquitar su odio, odio por lo que recién pasó y por sus recuerdos que se mantenían frescos en su memoria.- ¡Eres solo un Omega! ¡Un Omega que no tiene autoridad sobre nada!
- ¡Soy el futuro heredero de la casa Kita! Sukuna se había levantado de su lugar para poder ver al mayor retando por sus palabras. ¿Qué si era un Omega? ¿Qué si su familia había muerto? ¿Qué si... Gojo le había hecho eso?
- ¿Tú? - Las palabras que Miyuki le había dicho resonaban una y otra vez.- Eres un Omega ya te dije.
- ¡Cállate!
- Miyuki fue tan amable en dejarse hacer un hijo. ¿Quieres saber la razón?
–.¿Razón? ¿Debe haber una razón para querer tener un hijo? Espera... - ¿Su madre? ¿No fue su padre?.
- Pfft, no lo sabes, la historia de Sukuna y tú madre fue muy linda, tanto que a mí me gustaba mucho escucharla, una mujer que se enamoró de un jefe de la mafia, un jefe de la mafia que se enamoró de una sirvienta cualquiera y que le proclamo su amor, estúpidos.- Lo sabía pues su madre y padre admiraban eso, una relación que traspaso hasta un matrimonio arreglado y la familia y casas.
- ... Tú... ¿Cómo?
- Soy Itadori Yuji - Proclamo.- El heredero de la casa Taira, y que además Ryomen Sukuna consideraba un verdadero hijo, las dos casas pudieron unirse de no ser por tu madre, las dos casas estarían en mi poder al igual que Gojo Satoru.- Yuji arremetió contra el Omega, tomándolo del cuello con su mano derecha- Megumi estaría vivo, tendríamos un hijo y... Todo sería perfecto pero tú apareciste.
– Tú... - Yuji lo había tomando desprevenido, apretándolo hasta que esté dejara de respirar, sus manos al rededor de su agarre intentando no quitarle la mirada a ese alfa que habia tomando el control.
– Un error en la ecuación, un error en mi vida que yo mismo reconocí como mi Omega, uno que jamás aceptaré.
¿Su Omega? ¿Qué estaba diciendo? ¿Cómo? Se suponía que era Omega de Gojo... No de ese alfa que lo tenía sometido y por matarlo con sus propias manos.
– Yuji... – Era Itadori Yuji, más no su alfa el que decía eso.
N/A: Yo no pensaba volver la neta. Los errores los veo después
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La Luz En Tu Mirada [ ItaSuku ]
Fiksi PenggemarLos Omegas eran las criaturas fértiles, débiles, sumisas y más hermosas del planeta. Se decía que el destino se encargaba de juntar todo, pero así como juntaba a destinados también los separaba. Y tanto Sukuna como Yuji lo sabían.