Cinco

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-¿Por qué el señor Gojo quiere verte? -Miwa ya tenía todo listo, los demás ya estaban en sus puestos a la orden de próximas instrucciones por lo que no tenía que preocuparse, al menos no por el momento.

-No tengo idea, bueno si... -Observó hacía las escaleras donde Choso venía bajando.- Puede que vuelva a ser parte de su colección.

La hora en la que Gojo tenía que llegar se extendió, llegando una hora después de lo acordado.

Yuji, quien esperaba en su despacho estaba enojado, queriendo romper todo a su paso... Pero no podía ya que de frente tenía a Sukuna.

Dos toques a la puerta fueron dados.- Joven Itadori, el señor Gojo acaba de llegar.- La voz de una de las Omega fue escuchada por lo que Itadori contesto para que guiarán a Gojo a su despacho.

-¿Estarás bien, Sukuna? -Yuji se levantó, aproximándose al ajeno.- Te notó algo nervioso.

- Estoy bien, pero si me das permiso de golpear ese hijo de puta estaré mucho mejor.- Aprendió a como comportarse, al menos un poco ante Yuji.

- De acuerdo.- Aceptó, tomando del mentón a Sukuna.- Solo no te excedas o tendré problemas.

La puerta fue abierta dejando ver a cierto alfa de ojos azules.- ¿Oh? ¿Ya lo dominaste? -Satoru aplaudió, pasando al lado de esos dos para tomar asiento.- ¿Empezamos?

- Si.-Yuji se alejó de Sukuna, y con una sonrisa aceptó hablar.

- Que se vaya, no podemos hablar frente a él y lo sabés.

- Gojo...

- Nada de Gojo, Yuji.-Satoru señaló a Sukuna.- Él no debe de estar aquí, en esta habitación donde hay dos alfas tratando asuntos importantes y solo de los dos. ¿O acaso ya superaste tus traumas y quieres comenzar uno nuevo?

- Piensas que...- Tenía que soportar por el bien de Sukuna así que solo dejo salir un suspiro, de reojo observó al rosa nostalgia quien entendió a la primera para asentir y salir de la habitación.

Su orgullo estaba herido pues quería golpear esa cara de culo que tenía Gojo pero órdenes, aunque le costaba cumplirlas, eran órdenes.

Al estar los dos alfas solos Gojo soltó una risa. Mirando por dónde Sukuna había salido.- Oh, ¿Así que lo dominaste? Pensé que te costaría mucho tiempo pero al parecer no fue así.

- Cállate, no sabes nada de mi.- Yuji tomo los documentos que había ordenado para pasarlos a Gojo.

- Sé que eres muy cariñoso con tus Omegas, más con los que trabajan aquí... Así cómo la Omega llamada Miwa. - Sonrió. Tomando los papeles que Yuji tenía entre sus manos, dándole un guiño a este.

-Mis Omegas, dices. -Suspiró.- Solo firma y vete, Gojo. Tengo cosas que hacer y no tengo tiempo para estar charlando contigo y menos pasaré por alto está falta de respeto, ¡Los Omegas son un tesoro para la familia Itadori y la casa Taira!

- ¿Tesoro dices? -Murmuró.- Él también era un tesoro para mí, ¿Lo sabías, Yuji?

- ¡Cállate! -Estaba en su límite, desde que Gojo ingresó a esa habitación quería hacerle dañó pero no tenía que dejar salir esa ira, su lobo no tenía que salir ni tomar el control como hace tiempo pues sería un desastre nuevamente.

- El pequeño Yuji no sabe que soy más fuerte e inteligente que el, eso es. Además de que tú voz no me afecta... - Tomo el bolígrafo, indicándole a Yuji que iba a firmar su documento para tener ese negocio del cual los dos se beneficiarán a corto plazo.

La Luz En Tu Mirada [ ItaSuku ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora