La Luz En Tu Mirada [ ItaSuku ]

Díez

"Sombras"

"Temporada II"

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– La casa Kita es una de las más prestigiosas casas, sus Omegas son de una exelente calidad y también los alfas que a veces se producen en ese lugar. – Habló.– Tres casas que compiten por el liderazgo desde hace ya muchos años y que ninguna se dejó vencer por la otra.

– Correcto, sus dominios son exelentes que incluso llegan a competir con la casa Taira, pero eso quedó en el pasado.– Murmuró.– Ahora solo quedan cenizas de la casa Kita desde que el antiguo líder fue asesinado.

– ¿Asesinado? ¿Y eso en que me afecta a mí? – Sukuna dejo todo de lado para concentrarse en ese hombre.– Mi madre y padre eran un alfa y Omega comunes, sin rangos como los del líder de cada casa, es imposible que mi madre tenga un herencia para mí, así que vete de aquí antes de que llame a alguien.

– ¿Es una amenaza? – El ajeno sonrió, dando dos pasos hacia atrás.

– Si, ella no tenía amigos ni hermanos así que vete antes de te corte las bolas con las tijeras que uso en las plantas.

– Está bien, me iré pero recuerda, si quieres saber algo de tu madre y de todo lo que te puede pertenecer, búscame... Sukuna, será buena idea comenzar a salir de ese cascarón tuyo.

– ¿Vino alguien hoy? – Yuji había estado en su habitación la mayor parte del día, lo único que lo acompañaba o intentaba era Sukuna, ya que le llevaba algo que comer y estaba al pendiente de su salud, por órdenes de Choso.

– Si, pero quería ver a Sukuna.– Higuruma habló, pasando unos documentos a manos de Itadori.– aunque el Omega le dijo que se fuera y que no quería problemas ese hombre fue insistente al principio pero después se despidió de todos.

– Sukuna querra hablar de esto.

– Tal vez o tal vez no. – Suspiró.– No es como si el tema fuera algo interesante, el chico solo quiere ser libre y obtener venganza por lo que Gojo Satoru le hizo.

– Gojo... Me pregunto que más querrá hacer, tiene poder, un liderazgo, Omegas, alfas, lo tiene todo y aún así me quitó lo único que me mantenía felíz.– Su mirada se perdió en las palabras de ese informe que sostenía en sus manos, pensando en los momentos que había pasado con Megumi como si fueran una familia feliz.

La puerta de aquella había fue tocada varias veces para dejar pasar a Sukuna quien llevaba una charola con la comida de Yuji.

– Es hora de comer...– Dijo con una sonrisa de burla pues le gustaba que el alfa estuviera en cama y no rondando en sus alrededores.