Después de ser sometido por Suguru lo único que le hicieron fue hacerlo subir al auto en que sería transportado a su nuevo hogar.
El camino fue largo
- ¿Así que tú eres? - El pelirosa sonrió. Extendiendo su mano para poder tocar la mejilla dal ajeno quien estaba amordazado. Era hermoso y no lo iba a negar pero no estaba a la altura de su Omega.
- No debería acercarse tanto, jefe - Habló uno de sus hombres a su espalda.- según tengo entendido es un Omega peligroso, salvaje, estuvo un mes en la casa Kita para pasar a esa subasta donde Getō lo compro.
- ¿Qué tonterías dices? - Quitó con cuidado la tela de la boca del Omega, mirando como este trataba de sacarse las cuerdas que lo mantenían atado y fracasando en el intento. Era tan lindo - Tu nombre, por favor.
- Púdrete - Escupió en la cara del alfa.- Te haces pasar por un buen hombre, un alfa de clase pero eres un bastardo que debe morir junto con los que me vendieron, tú y el maldito de Gojo me las pagarán, los mataré con mis propias manos hasta que...
- Ah - Suspiró, después de darle un golpe en la cara a Sukuna- No tengo el fetiche de que los Omegas me escupan - Limpio con un pañuelo su rostro, al terminar lo arrojó al suelo y se reincorporó, dio dos pasos hacia atrás y volvió a sonreír.- ¿De acuerdo?
- Maldito.
- Deberías de estar agradecido - Se cruzó de brazos.- Te ayudé y me debes una así que dime tú nombre, por favor.
- Ni loco, creo que primero muerto antes de decirte.
- Hmm... - Negó.- No llegaremos a ningún lado con esto.- Coloco sus manos a los costados para dar nuevamente un paso hacia el omega.- Desde hoy estarás en la casa Taira, y yo... Itadori Yuji seré tu dueño, Ryomen Sukuna.
Nunca deseó eso, no quiso nacer como Omega, ni estar al lado de ese alfa.
Ni siquiera en la casa Taira.
- Mátame... - Suplicó- Mátame ahora, por favor... Te lo ruego, solo quiero morir y dejar de sufrir, quiero ver a mis padres y preguntarle... Decirles... Yo...
- ¿Oh? ¿Omega? - Murmuró para tomar entre sus manos las mejillas del rosa nostalgia, acariciando con sus pulgares.- No puedo matarte ya que le dije a tus padres que te cuidaría Incluso si me costaba la vida, así que felicidades... Ahora está será tu casa.- volvió a suspirar- Al menos hasta que Gojo y toda su familia se cansé de buscarte, los mate o lo que pase primero, así que quédate quieto... Cumpliré la última voluntad de tu madre y Haruhiko.
- ¿Voluntad? - Preguntó el Omega de Sukuna.
- Si... Ellos dijeron algo así como: "Cuida a nuestros hijo, Itadori Yuji, por favor". ¿Estúpido? Tal vez, suponiendo que ellos sabían que iban a morir por traición a la casa Kita y a la familia Gojo. - No le importó ya que recibió información por parte de esa pareja que le hizo muy feliz.
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La Luz En Tu Mirada [ ItaSuku ]
Fiksi PenggemarLos Omegas eran las criaturas fértiles, débiles, sumisas y más hermosas del planeta. Se decía que el destino se encargaba de juntar todo, pero así como juntaba a destinados también los separaba. Y tanto Sukuna como Yuji lo sabían.