Día 7
Tobio admiraba el rostro del pelinaranja que dormía plácidamente al lado de él, el pucherito que formaban sus labios y el ceño fruncido que hacía entre sueños era todo y más de lo que quería ver al despertar todos los días.
Pero no siempre resultan las cosas como uno quiere. Aunque dijeran que luchará para lograr lo que quería, no todo se puede.
Último día, última mañana viéndolo despertar al lado de él... Última vez que podrá tenerlo en sus brazos... Última vez que podrá besarle.
Y es que era inevitable el que sus ojos quisieran llorar, debía hacerlo... Debía decir adiós pero... ¿Cómo te despides de la persona que más quieres y necesitas en la vida?
Apartó esos pensamientos en cuanto vio que el pelinaranja daba indicios de despertar así que se inclinó y depósito un pequeño besito en su frente causando una sonrisa en el contrario.
— Buenos días Tobi... — dijo el pelinaranja estirándose en la cama.
— Buenos días Sho... — Kageyama se inclinó para darle un beso a Hinata directamente en los labios.
Pero esté puso su mano en su boca y negó con la cabeza mientras se ponía rápidamente de pie y sin importarle que estuviera desnudo, fue al baño para lavarse rápidamente los dientes y regresar a la cama para lanzarse al pelinegro.
El mayor se quejo por el peso pero solo atinó a reírse.
Después de unos besitos de buenos días, ambos se levantaron con grandes ánimos y se metieron al baño para bañarse juntos.
Para ahorrar agua.
Claro, ese era el plan inicial, pero una cosa llegó a la otra y terminaron haciéndolo por primera vez en el día.
Cuando Hinata estuvo a punto de caerse debido al piso mojado, decidieron irse a la cama y seguir con su juego matutino.
Al terminar, se vistieron y bajaron las escaleras llegando a la cocina, donde Miwa había dejado un recado.
"Regreso en la noche, debo investigar un poco más"
Kageyama suspiró con cansancio antes la mirada espectante de Hinata... Él no entendía muy bien lo que estaba pasando... o tal vez sí lo entendía.
Ambos desayunaron en un cómodo silencio, escuchando la ligera musica de fondo y el chocar de los cubiertos con el plato.
Cuando terminaron de desayunar, se dirigieron cada uno a su recámara para cambiarse. Uno con ropa para estar en casa y el otro con ropa para salir.
El timbre del departamento sonó y Hinata bajó corriendo para abrir la puerta, sonrió al ver quién o más bien dicho, quienes había sido y les dejó pasar.
— ¿Tobio está en casa? — preguntó uno de los recién llegados.
— Sí, se está terminando de cambiar.
Kageyama bajó poco tiempo después con un pans gris, playera negra ajustada a su cuerpo y unos tenis que a pesar que ya estaban dando su último respiro, eran muy cómodos para estar en casa.
— Hola... Que milagro — habló Kageyama abrazando por los hombros a Hinata. — ¿A dónde se van a llevar a Shoo?
— Mafuyu se lo va a llevar, nosotros nos quedamos aquí.
El dueño del departamento sonrió y asintió con la cabeza. Para después de dar indicaciones a ambos pelinaranjas y les permitió la salida.
— Regreso al rato, Tobio.
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Sueño Irreal [Kagehina]
RandomKageyama Tobio... un chico común y corriente, con dieciocho años, aficionado al Voleibol y al anime... Un día, un señor de dudosa procedencia, le entrego un folleto que decía "Sueño irreal... Puedes traerlo a la Realidad"... un título tonto, con co...