2a parada: Hostal.

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Estaba haciendo mucho calor y en el interior del coche la sensación era como estar en un horno, pero ese era el último problema de Hoseok en ese momento. Tenía la boca seca, la herida en su mano dolía y estaba nervioso, viendo al pistola a pocos centímetros de su cara, pero no se dejó intimidar.

— Adelante, dispara — desafió al delincuente. Suga, sin embargo, chascó la lengua y se puso serio de repente.

Tsk... pensándolo bien, muerto no me sirves.

— ¿Y vivo sí? — replicó Hoseok, alzando una ceja.

— Es posible. Tienes razón con eso de que no llegaré lejos, pero seguro que con tu cooperación puedo avanzar bastante.

— Estás loco si piensas que voy a ayudarte.

Suga frunció el ceño antes de acortar todavía más la escasa distancia entre la pistola y Hoseok; este respiraba entrecortadamente, y aunque trataba de mostrarse valiente, lo cierto era que el arma le asustaba un poco. Visto lo visto en las noticias, no sabía si el tipo no iba a disparar en cualquier momento si se negaba a bailarle el agua.

— Claro que lo harás, y te diré el porqué.

— Si vas a contarme una historia lacrimógena para ablandarme, ahórratelo porque no va a funcionar.

— No te pases de listo, mi paciencia no es ilimitada. Escucha bien, voy al encuentro de un hombre que lleva años huyendo de la justicia, y seguro que tus superiores estarán encantados de atraparlo. Tú me ayudas a llegar hasta él y yo no te mato, creo que es un buen trato. ¿No quieres ser un héroe, Hobi? — preguntó al final, otra vez con esa sonrisa burlona.

— Suena tentador, pero podrías estar mintiendo. ¿De qué hombre hablas?

— Te sonará el nombre de JaSeong.

En el coche se produjo un silencio inesperadamente largo, tanto que Suga terminó por rodar los ojos y comenzó a decir tik-tak tik-tak.

— ¿Dices que sabes dónde se esconde ese mafioso? ¿Está en Cheonan, acaso?

— No, no está en Cheonan y yo tampoco voy allí. Antes te mentí, en realidad me dirijo a Daegu.

— También podrías estar mintiéndome ahora mismo. ¿Por qué debería creerte?

— Puedes creer lo que quieras, pero analiza bien la situación. Estás aquí solo conmigo, indefenso e incomunicado porque tengo tu teléfono. Si te pego un tiro yo no pierdo nada, porque igualmente iré a la cárcel, ¿pero tú? Tú tienes mucho que perder, o ganar. ¿Vas a dejar pasar la oportunidad de tu vida? — Yoongi se rio en voz alta. — ¿Lo pillas? De tu vida, literalmente. Encontraré a otro desgraciado que me lleve hasta ahí si tú no quieres.

— ¿Y qué ganas tú con esto? De todos modos vas a ir preso. Si lo que intentas es conseguir que te reduzcan la sent...

— Yo sé lo que me hago, tú solo limítate a hacer lo que te digo.

Hoseok lo pensó detenidamente. Estaba en clara desventaja, no tenía nada que hacer en esa situación salvo resignarse y obedecer. Incluso si no lo mataba, la idea de agonizar por el disparo hasta que le encontraran tampoco le hacía ninguna gracia.
Pero si Suga decía la verdad y realmente iba a llevarle hasta el otro fugitivo, eso podría traducirse en el ascenso que tanto había esperado y solicitado. Se imaginó a sus superiores felicitándolo por la hazaña, sus compañeros halagándole por su valentía y desempeño laboral incluso durante sus vacaciones.

Todo ese escenario se veía muy bonito en su cabeza, ¿pero y si era un farol? ¿Qué haría si era todo una trampa de Yoongi para conseguir ayuda para escapar, y al final quedaba como el malo? Le expulsarían y...

AUTOSTOP [YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora