11a parada: Parque de atracciones.

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Lo primero que hicieron Suga y Hobi en la feria fue ponerse a jugar para ganar premios, como los niños pequeños. Había varios para elegir según la puntuación y ambos querían cosas diferentes; mientras el azabache quería un cupón para un granizado extra grande de fresa, Seok solo quería un peluche de Snoopy.

El juego consistía en disparar a patitos de goma, y aunque era relativamente fácil, no todo el mundo lograba una puntuación perfecta. El señor que atendía el puesto observó impresionado cómo los dos hombres disparaban bolitas a los patos de goma sin fallar ningún tiro, y cuando hubieron terminado, los felicitó por su buena puntería.

Seok agradeció los halagos y Yoon solo se encogió de hombros, pues aquello no era la gran cosa. Se preguntaba cómo reaccionaría ese pobre hombre si se enterara de por qué eran tan buenos disparando...

Una vez recogidos los premios que habían elegido, Hobi quiso subir a la noria. Suga miró con evidente fastidio la cola kilométrica de gente que esperaba para subir, pero accedió porque al menor parecía hacerle mucha ilusión. Al fin y al cabo, sabía que esa noria era lo que le había llamado la atención en primer lugar y no podía decirle que no.

Después de esperar un rato detrás de un par de chicas que los miraban con sonrisas coquetas, y delante de una señora cuyo hijo lloraba como si se fuera a acabar el mundo porque no le había comprado helado, finalmente llegó su turno para subir.

Minutos más tarde, cuando todos los lugares estaban ya llenos, la noria empezó dar vueltas lenta pero ininterrumpidamente. Seok miraba embelesado por la ventana las luces de la ciudad cuando pasaban por la parte más alta, mientras que Suga bebía su granizado en silencio, sin mostrar demasiado interés en las vistas al exterior.

Después de girar durante un rato, la noria comenzó a detenerse por breves espacios de tiempo como de costumbre, para que la gente pudiera admirar las vistas desde el punto más alto.
Seok sacó su móvil para hacer fotos cuando la atracción se detuvo con ellos en la cima. Estaba muy entusiasmado sacando fotos, mas dejó de hacerlo por un momento cuando, sin querer, la cámara capturó a Suga en una imagen sin que el susodicho se diera cuenta. Hoseok se mordió el labio y sonrió para sí mismo al ver lo bien que había quedado esa foto accidental...

No la borró.

La noria se movió de nuevo, bajándolos un puesto. Entonces el pelirrojo guardó su teléfono y carraspeó, queriendo hablar porque ya llevaban demasiado tiempo sin decirse nada.

— Aún no puedo creer que estemos aquí — comentó emocionado. — No creí que quisieras venir después de decirte que planeaba traerte por lo que Jungkook me pidió.

— Y no quería, la verdad — repuso Yoon, su vista seguía clavada en su granizado de fresa.

— ¿Qué te hizo cambiar de opinión?

Suga pensó detenidamente la respuesta antes de decirla, sin perder la seriedad que le había acompañado toda la noche.

— Quería tener una cita contigo antes de despedirnos.

— ¿Espera, estamos...? ¿¡Esto es una cita!? — exclamó Seok, y sus mejillas adquirieron un tono más rosado. Su reacción hizo sonreír a Yoon por primera vez desde la tarde.

— No te pongas nervioso ahora, Hobi. Solo es una forma de darte las gracias por haberme ayudado.

Lo dicho por Suga no tranquilizó a Hoseok, porque su pulso ya se había acelerado y de seguro el mayor había notado el sonrojo en sus mejillas.

El motivo por el que había decidido llevarle ahí no cambiaba el hecho de que Yoongi consideraba aquello una cita. Tenían una cita... Hoseok no pudo evitar sentir que su corazón se rompía un poco ante el pensamiento de que esa era la primera, y también la última que tendrían. Pero era mejor así, no quería seguir encariñándose con alguien a quien probablemente no volvería a ver después de ese viaje.

AUTOSTOP [YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora