AUTOSTOP [YoonSeok]

7a parada: La cama.

La calle del motel estaba desierta cuando Hoseok regresó, más de dos horas después de que Suga se marchara. Librarse de su antiguo compañero de trabajo resultó ser más difícil de lo que esperaba, y para cuando quiso darse cuenta, se encontró muy a gusto bebiendo con él y recordando anécdotas del pasado. Incluso por un rato llegó a olvidarse de Suga, lo cual ahora le estaba haciendo sentir culpable.

Entró en la habitación y la encontró vacía; el mayor no había vuelto desde que salieron. Para ser honesto, la combinación del alcohol y el cansancio le hicieron dudar entre tirarse en la cama y dormir o salir a buscar a Yoongi. Dio unos pasos hacia la cama, pensando que no tenía sentido ir a buscarlo... ya volvería por su propio pie.

— ¿Pero y si no vuelve? — Hoseok se detuvo en seco al plantearse esa cuestión, y luego vino otra todavía más preocupante. — ¿Y si le pasa algo? — y luego otra más. — ¿Y si le reconocen y lo arrestan...?

Se dispararon veinte alarmas en su cabeza mientras visualizaba todo tipo de escenarios catastróficos para Suga y, cómo no, para sí mismo también.

Adiós al plan y al ascenso; todo el esfuerzo que había hecho habría sido en vano. El azabache le había asegurado que si pasaba algo testificaría a su favor, ¿pero y si después de esa noche se sentía traicionado y no cumplía su palabra? Ay no, ay no. Debía salir a buscarlo ¡cuanto antes!

Hobi bajó las escaleras a una velocidad sorprendente dado el estado de semi-embriaguez en que se encontraba y salió del motel dispuesto a encontrar a Suga, aunque tuviera que buscarlo hasta debajo de las piedras.

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— ¿Otra copa? — preguntó el camarero, a lo que Yoongi asintió sin levantar los ojos del vaso vacío que tenía delante.

— Eh, ¿seguro que no quieres venir conmigo? Mi casa está muy cerca — el joven castaño que estaba sentado a su lado volvió a invitarle por segunda vez esa noche. Habían entablado conversación un rato atrás sobre cosas triviales que, a decir verdad, a Yoongi ya se le estaban olvidando por culpa del alcohol. No sabía ni su nombre.

— Tsk, eres guapo y eso pero a mi novio no le haría gracia — contestó sin más. El otro asintió y aceptó el rechazo con la ayuda de otra copa.

Suga no estaba seguro de si había hecho bien mintiéndole; es decir, no tenía novio, el chico le parecía muy atractivo, y Hoseok no tenía que molestarse cuando se enterara de que había ligado. Objetivamente hablando, no tenía ningún motivo para rechazarlo.
Bebió un trago de su copa y se revolvió el cabello, frustrado. A él tampoco tenía que por qué molestarle ver a Seok bailando con alguien más, y sin embargo le irritó sobremanera presenciar dicha situación solo unas horas antes.

Claro que sabía por qué había rechazado al chico del bar. No era por consideración a Hobi o por educación, él no era ningún caballero. La razón era mucho más sencilla que eso, y es que no le apetecía estar con otra persona, al menos no esa noche. Simplemente no podía dejar de pensar en el pelirrojo.