AUTOSTOP [YoonSeok]

Extra: Final de trayecto. ♡

Después del beso que siguió el tan esperado "Te amo" de Suga, este invitó a Hobi a pasar dentro, pues tenían mucho de qué hablar. Recordaba que Seok solía estar sediento todo el tiempo, razón por la cual había llenado la nevera de refrescos. Se pusieron al día conversando en la cocina, delante de un ventilador que luchaba contra el calor veraniego.

— Así que estuviste en el extranjero todo este tiempo.

— Correcto — confirmó el azabache. — Intenté regresar el año pasado en barco, pero casi me descubren, así que tuve que posponer mis planes. Una amiga me ayudó con los papeles...

— Déjame adivinar; la hija de JaSeong — aventuró Seok, a lo que Yoon asintió.

— Ella y su marido me ayudaron a conseguir una nueva identidad y un buen trabajo conduciendo un camión, que me permite desplazarme sin levantar sospechas — Suga sacó su documento de identidad y se lo mostró al menor. Todos los datos eran falsos, salvo la foto. — Ahora mi nombre es Kim YunKi — concluyó divertido.

— Ya veo. Entonces... ¿ahora tienes trabajo y vives aquí de alquiler, sin robar nada?

— Me ofendes, Hobi — exclamó, fingiendo indignación. — Aquí donde me ves soy un hombre nuevo.

— No me mientas. Hace un rato te vi conduciendo por encima del límite de velocidad permitido para motocicletas.

Suga soltó una carcajada y chascó la lengua.

— Tsk, eso fue solo para llamar tu atención. Por cierto, la multa correrá de tu cuenta.

— Ugh, ¡eres un idiota, hyung! — Seok saltó de la silla y fue hacia la puerta, pero Yoon le hizo parar antes de que saliera.

— Te estoy tomando el pelo — rio. Hoseok hizo un puchero, dejando claro que estaba molesto, y le miró con el ceño fruncido. — No te enojes. Te digo la verdad, quitando lo de hoy no he infringido la ley. Estos dos años he tratado de ser mejor persona, aunque no lo creas. Quería que cuando llegara el día de volver a vernos, no tuvieras miedo ni vergüenza de salir conmigo.

La expresión del pelirrojo se suavizó, incluso se sintió un poco culpable por cómo había reaccionado.

— Hyung, yo no...

— No, sé lo que vas a decir, pero recuerdo la presión a la que estabas sometido y cómo te despertabas gritando por las pesadillas. Y yo quería estar contigo, pero no de esa forma. Ahora las cosas son diferentes; mi historial delictivo no volverá a ser un problema, ya no estoy en busca y captura — añadió orgulloso.

— Creo que te habría aceptado igualmente, aunque hubieses regresado con tu antigua identidad y siguieras siendo un fugitivo — repuso Seok. — A pesar de lo que pasó y la discusión que tuvimos, te prometí que te esperaría... Llegó un punto en que todo me daba igual, solo quería que estuvieras bien y que volvieras, aunque fuera para un último adiós.

— ¿Un último adiós? Tsk, tú siempre tan dramático — se burló el mayor. — Con lo loco que me tienes, ¿creías que te ibas a librar de mí tan fácilmente? — Seok se sonrojó y desvió la mirada hacia otro lado, bebiendo un poco de refresco. Yoon también apuró su lata antes de continuar. — Aunque admito que yo tuve miedo de perderte esa noche en la fábrica. Me sentí como un cobarde y un canalla durante mucho tiempo por haberte dejado allí, Hoseok. Siento haberte hecho pasar por eso...

— No digas eso hyung, los dos hicimos lo que debíamos. Yo me quedé para que tú pudieras irte; de lo contrario, ahora probablemente no estaríamos aquí. ¿Recuerdas nuestra metáfora? Me metí contigo en un campo de minas, y los dos logramos salir de él — interrumpió Seok, sonriendo de pronto. — Gracias a eso ahora podemos... estar juntos hoy.