Imperfecciones

Capítulo 36

Las funciones de camuflaje e invisibilidad del biochip alcanzaron su máxima capacidad, el paisaje que les rodeaba fue opacado por una gigantesca pantalla que proyectaba una imagen estereoscópica* de tan alta calidad que era difícil distinguir si era realidad o una ilusión. Era como si los piratas interestelares y la Guardia del Príncipe Cayley, a quienes tanto habían intentado evitar, estuvieran tan cerca de ellos que incluso era posible percibir el olor de sus cuerpos.

*Estereoscopía: Facultad que tienen los seres dotados de visión binocular de ver los objetos tridimensionalmente debido a tener dos puntos de vista diferentes del mismo objeto, lo que permite distinguir tres dimensiones (largo, ancho y altura). Básicamente están viendo una proyección de realidad aumentada pero sin tener que usar el visor VR.

Incluso durante la Nueva Era Sideral el espacio exterior seguía siendo un entorno sumamente peligroso para los humanos. Así que los contrabandistas, que vivían con la cabeza en sus cinturones*, estaban siempre preparados para cualquier fatal consecuencia al navegar por los canales espaciales; sin mencionar que enfrentaban directamente la guerra interestelar... Aunque sus oponentes nunca llamarían "guerra" a un encuentro aleatorio.

*Modismo que hace referencia a una situación en extremo peligrosa que podría costarte la vida en cualquier momento.

Pero para la gente ordinaria, sin ninguna clase de entrenamiento profesional ni el poderoso apoyo del sistema de Edén, el trauma causado por ser expulsados de su red mental por un soplador de hojas no fue menor al de ser asesinado; provocó miedo y ansiedad. Por lo tanto, los miembros de la Fuerza de Autodefensa se amotinaron tan pronto regresaron del espacio.

En los seres humanos, la violencia y la ira son respuestas comunes al miedo; es lo que hace posible que hasta el más tímido ratón muestre sus colmillos al verse en peligro. Y ahora, aquella escena de un ataque aéreo fue como la chispa que comienza un incendio, detonando repentinamente el miedo y la ansiedad que habían estado reprimidos. Las personas más furiosas eran precisamente las que resultaron más traumatizadas, la mayoría de ellos salió corriendo en pánico tratando de encontrar un lugar donde esconderse. Sin embargo, aunque los edificios que rodeaban a la multitud fueron cubiertos por la imagen de la pantalla, no significaba que no estuviesen ahí y aquellos que sucumbieron ante el pánico eran incapaces de distinguir lo qué había frente a ellos; comenzaron a gritar desesperadamente, como bestias, estrellándose con los muros "invisibles" una y otra vez.

Comúnmente las emociones fuertes se convierten en una plaga cuando estallan en una multitud; se esparcen rápidamente de una persona a la otra. La multitud iracunda entró en pánico; algunos sostenían sus cabezas con la mirada perdida, otros gritaban el nombre de otra persona mientras corrían tropezando, intentado encontrar su camino. Después de un tiempo de estrellarse contra los muros y presa de la desesperación, la gente comenzó a escalarlos.

Con voz ronca, uno de ellos gritaba: – ¡Mamá!

El video en la pantalla fue grabado por una cámara de tránsito, la cual logró capturar el proceso de aterrizaje del misil que bombardeó Beijing-β. La cámara estaba ubicada cerca del puerto remoto del hemisferio sur, una región con muy poca población. Pero, de hecho, la mayoría de la gente que habitaba Beijing-β vivió el bombardeo al igual que Penny; no fueron capaces de observar cómo eran devorados por el infierno, solo dejaron de existir en silencio y sin razón alguna en la vastedad del universo. Su muerte fue rápida y sin penas, como desconectarse de un juego holográfico que dejó de ser divertido.

Esta pequeña base era tan afortunada que tuvieron la oportunidad de apreciar esa terrible imagen del día del juicio final.

Cuando el misil del video tocó tierra, se produjo una luz blanca en forma de hongo que superó la velocidad del sonido para después desbordarse y tragar por completo la base. Al mismo tiempo, gracias a las funciones del biochip, la máquina blindada que se avecinaba desde la parte posterior, el piso bajo los pies de la gente y los edificios distantes... desaparecieron. Las siluetas de las personas se alargaron poco a poco hasta que su carne se convirtió en un polvo fino como la arena que se dispersó con el viento, dejando solo restos de sus huesos.