– Profe Lu, – dijo White mientras ponía un montón de hojas con apuntes frente a él. – no puedo resolver esto.
Luciendo unas pronunciadas ojeras, Lu dirigió su cansada mirada hacia al chico.
Cada cierto tiempo frotaba sus sienes y frente. Mientras que, por otro lado, los incansables robots dispersos por el taller vacío permanecían en silencio y sin vida como guerreros terracota.
Con la frente apoyada sobre una de sus manos, Bixing Lu revisó el trabajo de White. El amanecer de la torre de energía envío algunos rayos de sol al interior del taller, coloreando una suave sombra sobre su rostro. Se quedó quieto durante tanto tiempo que White incluso pensó que arrojaría sus hojas en un segundo y le diría que lo olvidara, así no tendría que seguir trabajando en vano.
La expectativa hizo a White sentirse algo nervioso, aunque no sabía muy bien por qué.
De cualquier modo, después de esperar ansiosamente por un momento, todo lo que escuchó de Bixing Lu fue: – Supongo que ya leyeron todos los libros de referencia. Entonces, ¿qué es lo que no entienden?
El grupo de estudiantes realizó un intercambio de miradas nerviosas.
– Todo. – respondió bruscamente Rockhead.
– Eso es imposible. – Lu apiló aquel desastre de hojas sin hacer expresión alguna. – A menos de que no hayan prestado atención a lo que leyeron.
Él siempre era gentil y afectuoso al hablar con las personas, brindándoles el sentimiento de ser valorados de todo corazón. Pero ahora, aunque seguía siendo gentil y paciente con sus estudiantes, haciendo todo lo posible por contenerse, había un rastro de cansancio en su voz.
Como sea, cuando todo se ha dicho y hecho, si no se puede cambiar a alguien, probablemente esa persona sea solo una roca disfrazada de humano; como si nunca hubiese tenido vida y, por lo tanto, no le importaría que su carne y huesos se pudriesen una vez más.
La puerta del taller había estado abierta todo el tiempo, pero ni una sola alma había atravesado por ese umbral.
Lu miró aquella puerta, profundamente decepcionado. Se sintió ridículo y francamente un poco despreciable por seguir con esto: Una cuenta regresiva invisible se elevaba sobre ese sitio, cada tick-tack era un paso más hacia sus muertes. Lu lo sabía, pero no había planeado decirle a nadie más.
Lo que sea que estuviera pasando, debería ser una operación militar bastante seria como para que los Diez Escuadrones estuviesen involucrados. Incluso si Lin no hubiese planeado usar la base como carnada, todos los sinvergüenzas que la habitaban no eran personas dignas de confianza. Lo contradictorio era que, él entendía la situación claramente, pero aun así tenía la esperanza de poder encender una llama en los corazones de esas personas únicamente con su esfuerzo equivalente a dos pequeñas piedras chocando entre sí.
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Imperfecciones
Science FictionArte de la portada: Solla (Sollamola en Twitter) Escrita por: Priest Traducción voluntaria al español sin fines de lucro.