Bixing Lu daba una limpia y ordenada apariencia, pero en privado, era un hombre bastante desordenado. El estado de su espacio de trabajo era tan caótico como un basurero: Dos robots desmembrados y sus componentes yacían apilados en su mesa de trabajo junto a cuatro piernas mecánicas alineadas.
Para hacerse un espacio donde poder tomar una siesta, amontonó todo en dos inestables cúmulos de objetos. Al despertar asustado, esos dos montones colapsaron y casi queda enterrado.
Juzgándolo con la mirada, Sábado dijo: – Realmente pareces un anciano, acurrucado en su estudio después de ser dejado por su esposa.
Bixing Lu aún se sentía afligido por esa pesadilla que hizo que le doliera un poco el pecho. Sin embargo, se forzó a salir de ese estado y cambió su expresión murmurando: – Eso no es cierto. Soy un joven soltero en mis mejores años... ¿Qué sucede?
Sábado cambió su expresión por una más seria y habló: –Uno de los detectores que pusimos en la periferia de la base captó una enorme onda de energía de partículas; nos alcanzará en aproximadamente 50 horas. Y ya sabes, nuestros campos magnético y gravitacional son artificiales, no resistirán al igual que el campo magnético naturalmente estable propio de un planeta. Una vez que el campo magnético de la base sea perturbado, es posible que diez millones de personas quedarían expuestas a las condiciones ambientales del espacio. Pero ciertamente es muy tarde para construir una red de protección ahora, entonces tu padre me dejó venir a preguntarte qué deberíamos hacer.
Lu se acababa de despertar, así que sus ideas no estaban del todo claras. Al escuchar "una enorme onda de energía de partículas nos alcanzará en aproximadamente 50 horas", naturalmente consideró que se trataba de una tormenta solar del Octavo Sol, además pensó: – ¿Red de protección? La vieja red de protección era tan delgada como medias de seda, ni siquiera podría resistir el ataque de un cañón de partículas. ¿Qué podía hacer? ¿Cómo habían sobrevivido a las tormentas solares hasta ahora?
Pero un segundo después, finalmente comprendió y levantó la cabeza en shock.
– Esta corriente de energía de partículas viene del planeta habitable más cercano: Egret. – el joven rostro de Sábado parecía preocupado, – De hecho, Egret no está tan cerca, pero no hay otro planeta en la Octava Galaxia capaz de sostener la vida humana. Aterrizaba seguido ahí cuando tenía que hacer entregas. Creía que solo era un planeta rural, ¿por qué esos dementes bombardearon un lugar así?
– Porque cuando la fuerza armada de la Unión llegó a la Octava Galaxia en el año 136, el planeta Egret fue su primera base de operaciones. – interrumpió Halcón Tuerto, quien entró en el taller sin camisa, masticando un palillo de dientes. – Fue un logro para la Unión, pero un punto de quiebre para el Príncipe Cayley. Así que el planeta Egret se convirtió en uno de los lugares más tristes para él.
– Pero eso fue hace más de 140 años. – dijo Sábado, – ¿Cuál es la esperanza de vida en la Octava Galaxia? Sin contar a los ancianos tontos que viven aquí, ¿cuántas personas podrían vivir más de 140 años? Ha pasado toda una puta generación. ¿Acaso hay algo mal con ese pirata?
Halcón Tuerto, quien acababa de ser criticado accidentalmente por vivir más allá del promedio de esperanza de vida, explotó en ira, – ¡Oye, idiota! ¿A quiénes llamas "ancianos tontos"?
Sábado lo miró con expresión inocente, – ¿Ah? Hermano... Digo, señor Halcón, ¿acaso ya tiene 140 años?
Toda la Octava Galaxia sabía sobre Halcón Tuerto y su exitosa carrera como traficante de armas. Su marca personal ocupaba un importante porcentaje en el mercado de armas. Pero Sábado era solo un ignorante campesino en un lugar en medio de la nada. Por lo tanto, el gato persa de mediana edad, de más de 200 años, no se atrevió a responder su pregunta. Ya que la oportunidad de quitarse algunos años de encima se presentó, la aprovechó.
ESTÁS LEYENDO
Imperfecciones
Science FictionArte de la portada: Solla (Sollamola en Twitter) Escrita por: Priest Traducción voluntaria al español sin fines de lucro.