Cuando María abrió los ojos pensó que estaba muerta. El viento y la luz que tanto la aterrorizaron antes desaparecieron, dejando en su lugar un extraño olor a humedad dentro de una oscuridad abrumadora. Si esto no era el cielo, sería un infierno muy raro, pensó ella. Tanteó el suelo y los muros de piedra a ciegas por un rato, asegurándose de que fuera lo suficientemente sólido para levantarse.
- ¿Hola? – preguntó a la oscuridad - ¿Hay alguien ahí?
Pero no hubo respuesta.
- ¿Acaso estoy muerta? – se preguntó, sintiendo la ansiedad de lo que decía caer sobre sus hombros.
- ¿Qué clase de pregunta estúpida es esa? – dijo una voz en la oscuridad – ¿Cómo un muerto preguntaría algo? Rocas nunca entenderá a los humanos.
- ¡Rocas! – gritó la chica en la negrura - ¿Estás ahí? No veo nada.
- Claro, porque está oscuro – contestó Rocas – Necesitaremos luz.
Se escuchó al trol moverse en la caverna, trabajando de alguna manera y haciendo ruidos imposibles de identificar. Después de un rato, una pequeña luz atravesó la oscuridad.
- Ven a la luz.
Pidió Rocas y la chica hizo caso, acercándose a tanteadas por las tinieblas hacia la diminuta luz hasta que esta creció en una llama brillante en el suelo. Cerca de ella estaba Rocas con dos piedras en las manos y soplando el fuego para avivarlo aún más.
El pequeño trol agarró la rama, iluminando el rostro cansado de la chica. Estaba hecha un desastre, con los ojos rojos y cansados, además de temblando por el frío; también sostenía su brazo izquierdo como si le doliera.
- ¿Dónde estamos? – le preguntó acercándose al trol.
- Dentro de la montaña – contestó - ¡Rocas te salvó!
- Recuérdame ser más amable contigo, de ahora en adelante – bromeó con una sonrisa aun sobándose el brazo.
- ¿Estás bien?
- Me golpeé en algún momento – contestó, dejándose el antebrazo – No es nada comparado con... ¡Noel!
María recordó de golpe todo lo que pasó antes y lo que la bruja había hecho, llenándola de una nueva ansiedad. Alterada, se acercó al trol y lo agarró de ambos brazos, agitándolo con fuerza y desesperación, mareando a la pobre criatura.
- ¡¿En dónde está?!
- Deja a Rocas, deja a Rocas – repetía una y otra vez hasta que al fin paró – La bruja está bien – contestó después – Rocas también la salvó, pero...
- ¿Pero, qué?
- Rocas la llevó más adentro – y agarrando la antorcha, agregó – Sigue a Rocas.
El trol dio media vuelta y caminó hacia la oscuridad, acompañado de cerca por María. A la chica todavía le costaba procesar todo lo que había pasado; por ahora sabía que estaban a salvo y podía confiar en Rocas, aunque él mismo no estuviera del todo cuerdo. Y Noel... solo esperaba que estuviera bien.
Pasaron un rato caminando, tiempo en el cual ella desconocía si subían o bajaban.
- ¿A dónde la llevaste? – preguntó María, entrándole algo de duda. Todavía seguía al trol y tanteaba las paredes con las manos.
- Más adentro – le dijo – Había solo un lugar al que Rocas podía llevarla.
- Pareces conocer bien estos caminos.
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Camino de Valor
Fantasy-Tomaremos el camino difícil- es lo que Saúl le dijo a María, un camino que promete dar las respuestas que necesita la joven y frustrada escritora. ¿Acaso será suficiente? ¿Encontrará la respuesta magica para mejorar como escritora? Bien o mal, las...