Secretos de rodaje [Morrilla]

Fotografías

P.O.V: Lana Parrilla

Me encuentro tumbada en la cómoda cama de hotel italiana. El vuelo a Milán ha sido maravilloso, lo he pasado durmiendo sobre el hombro de Jennifer y no podría haber estado más a gusto. Ahora, compartiendo habitación con ella de nuevo y con Fred entre rejas, siento que todo empieza a salir bien otra vez. La maldita rubia tenía razón, tuve que haber confiado en ella desde el principio y esto hubiera sucedido muchísimo antes.

Cierro los ojos para disfrutar más profundamente de esta sensación de liberación que tengo en mi pecho, pero, de repente, siento un peso caer con fuerza sobre el colchón a mi lado. Los abro de golpe y la veo a ella. Mi preciosa princesa de cabellos dorados y ojos azules. Es tan bonita que no puede ser real, quizás no lo es, tal vez me la he imaginado todo este tiempo.

"¿En qué piensas?" pregunta ella colocando cuidadosamente un rebelde mechón azabache detrás de mi oreja.

"En ti" digo sin miedo, sonriendo. "En que eres preciosa"

Súbitamente y en cuestión de segundos, las mejillas de Jennifer se encienden cual semáforo y eso la hace aún más atractiva y adorable. Creo que nunca la había visto sonrojada, o al menos no tan sonrojada, y me gusta.

"Tú lo eres más" contesta, aunque ya me lo esperaba.

Desde la noche que pasamos en Barcelona no ha dejado de decirme que soy hermosa y que no hay nadie más perfecta que yo. No la merezco. Desde Barcelona nuestra relación ha ido viento en popa, cierto es que apenas han pasado 48 horas, pero aún así. No podría afirmar que estamos saliendo, pero tenemos algo muy especial, de eso estoy segura. Ahora me da besos de buenos días y buenas noches, me desea un buen día por mensaje, me escribe cada pocas horas para saber cómo estoy y cada vez que puede me rodea por la cintura y me planta uno de esos besos de película. Esto es justo lo que creía que nunca iba a tener... y ahora está justo enfrente de mí.

"Lana, acabo de decirte que eres mucho más bella que yo, ¿no vas a decir nada?" bromea.

"Perdón, perdón. Es solo que no me creo todo esto, es cómo si estuviera viendo una película"

Sus ojos se iluminan al oírme formular esas palabras y brillan con un destello particular, su boca se abre en una enorme sonrisa, mostrándome su perfecta y reluciente dentadura.

"No es una película" afirma dándome un furtivo beso en los labios. "Esto es real y no se va a ir a ninguna parte" otro beso y otro y otro.

"¿Estás preparada para el panel de mañana?" pregunto acariciando su desnuda pierna, he olvidado mencionar que Jennifer no lleva pantalones, solo una camisa de cuadros.

"Lo estoy, ¿por qué preguntas?"

"Bueno, ayer se estrenó el primer episodio de la temporada y sospecho que nuestros fans ya están teorizando. Podrían preguntar por Swan Queen o, al ver que compartimos mucho pantalla, por nosotras directamente"

"¿Te preocupa que sepan lo nuestro?" cuestiona con la voz algo triste, no es eso lo que quería decir.

"¿Te preocupa a ti?" guarda silencio. Típico de Jennifer Morrison. "Jen..." susurro separando mi mano de su pierna para sujetar la suya y acariciarla dulcemente con la yema de mis dedos. "Dijiste que me amabas, ¿te da vergüenza confesarlo públicamente?"

Claro está que no podemos olvidar esas palabras, yo no lo he hecho. Jennifer me declaró su amor y yo... yo me quedé callada. No supe que decir, que contestar. ¿Debería haberle dicho que yo también la amo a ella? ¿Es demasiado pronto para eso? ¿Y si es mentira? ¿Y si en unos días me doy cuenta de que este sentimiento es fruto de las intensivas horas que paso a su lado? Quizás si me apartara de ella un tiempo no la echaría de menos y eso confirmaría que no la amo... no quiero arriesgarme a que eso pase y hacerle daño, así que preferí no comprometerme y no formular dos palabras tan importantes como te amo. Esas palabras significan demasiado, son una promesa, una promesa de que me quedaré a su lado pase lo que pase... pero yo no puedo jurar nada hasta estar segura, le rompería el corazón... y no puedo volver a hacerle eso.