¿Qué estamos haciendo?

1.5K 140 104
                                    


P.O.V: Jennifer Morrison

Tengo los ojos cerrados, no he podido evitarlo, mis párpados han amenazado con caer cuando sus labios han rozado los míos. Lana Parrilla me acaba de dar uno de los besos más largos, intensos y profundos que me han dado en mi vida, así que sí, he cerrado los ojos para disfrutarlo mejor.

Esta mañana, cuando yo le he dado un beso por pura rabia, no me ha dado tiempo a averiguar a qué sabe su boca, no me ha dado tiempo a degustar su lengua, pero ahora sí. Ahora sí porque tan pronto sus labios han chocado contra los míos he sentido un abrasador calor embriagarme por completo, especialmente en la zona de mi bajo vientre, así que, sin dudarlo ni medio segundo, he abierto mi boca lo máximo que he podido para que Lana deslizara su lengua en el interior y se encontrara con la mía. Cuando eso ha sucedido, ni siquiera puedo expresar con palabras lo que mi cuerpo ha sentido, ha sido una explosión de sentimientos, buenos, malos, agradables, extraños... de todo. No obstante, ese contingente de emociones no ha evitado que disfrutara del contacto de tal manera que, cuando Lana ha tratado de separarse he mordido su labio inferior para evitar que se alejara. Creo que le he hecho sangre, que le he dejado una herida, pero no le ha molestado, su mirada de absoluta lujuria me lo demuestra.

Ahora me encuentro tal que así, cara a cara con esta despampanante morena que, por alguna razón desconocida, después de pelear me tiene con mi intimidad húmeda y palpitante. Ella sigue atrapada entre la pared y mi cuerpo, sus mejillas están ahora de un adorable color carmesí por el beso que acaba de darme. Un beso que no entiende de pantallas ni de escenas, un beso que no me ha dado para ensayar una secuencia, un beso que no se han dado Emma y Regina, se trata de un beso entre Lana Parrilla y Jennifer Morrison, dos mujeres que, supuestamente, no se soportan, pero que ahora mismo ninguna hace el intento de separarse del cuerpo de la otra.

Sé por qué lo ha hecho, sé que ha actuado de esta forma para vengarse por lo que he hecho yo esta mañana. La he cogido por sorpresa y luego me he marchado sin dar explicaciones, ahora ella hace lo mismo, lo que sin embargo desconoce es que yo nunca pierdo. Este es mi juego y no va a someterme, esta mujer siempre me ha hecho sentirme pequeña, pero hoy será todo lo contrario, hoy domino yo.

(A continuación habrá contenido +18)

Tras unos minutos mirándonos fijamente a los ojos, yo, personalmente, perdiéndome en el caramelo de sus pupilas y ella, probablemente, admirando el color turquesa de las mías, la agarro con fuerza por los brazos y la empujo hacia el sofá cama que, convenientemente, ya está montado. Ella suelta un grito de sorpresa cuando su espalda se hunde en el colchón y yo, sin permitir que haga ninguna pregunta, me subo a él con ella y la beso una vez más. Lana no se resiste, más bien entreabre sus labios para que, esta vez, sea yo la que desliza su lengua, y así lo hago. Si mis neuronas estuvieran funcionando correctamente ahora mismo me gritarían que frenara, que esto no le va a hacer ninguna gracia a la Jennifer de mañana, pero en estos momentos no atiendo a razones y aunque quisiera detenerme no podría, mi cuerpo ya no responde a mis órdenes. No puedo apagar estas ganas locas que acaban de entrarme de saborear a la neoyorquina.

Me coloco encima de Lana, apoyando mis piernas una a cada lado de sus caderas, inmovilizándola bajo mi cuerpo, y procedo a descender y besar su cuello. Juro que no quiero hacerlo, pero tengo puesto el piloto automático y, aparte, esa piel suya me está llamando. ¿Siempre ha sido así? ¿Siempre ha brillado tanto? Ni lo sé ni me importa, porque en estos momento la única forma de apagar el fuego que se está acumulando en mi sexo es acariciando esas curvas. Sin embargo, cuando mis labios alcanzan la piel de su cuello la morena se digna a hablar por fin.

"Jennifer... no debemos..." suelta con la voz ronca y entrecortada, eso es una buena señal, estoy haciendo bien mi trabajo.

"Shhh" contesto yo, tapándole la boca con mi mano y ejerciendo presión sobre esta para que no articule palabra. He dicho que domino y eso pienso hacer. ¿No le gusta tanto sentirse por encima? Pues hoy va a estar abajo y va a suplicarme que la tome.

Secretos de rodaje [Morrilla]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora