Con la mente nublada

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P.O.V: Lana Parrilla

"¿Un juego? ¿Enserio?" pregunto con la ceja alzada y una risa escéptica.

"¿Por qué no? ¡Será divertido!" exclama la rubia que se encuentra junto a mi en la cama, con un pijama hecho a base de ropa vieja y una botella de alcohol en sus manos.

"No sé yo... mañana tenemos la primera convención"

"Venga ya, Lana" suelta ella con suficiencia. "Tienes reputación de ser super divertida y ahora resulta que eres la más cerrada de todas"

"¡Yo no soy cerrada!"

"¿Y a esto como lo llamas?" me pincha Jennifer.

"Lo llamo ser responsable" me justifico.

"Responsable huh... ¿qué crees que están haciendo Bex y Emilie?" pregunta con una sonrisa pícara. "Estoy segura que están charlando o bebiendo o quién sabe qué"

"Conociendo a Rebecca es probable" admito, seguro que esa dichosa pelirroja está despertando a medio hotel con sus carcajadas.

"Y Josh y Ginny, ellos estarán... ya sabes" su traviesa sonrisa se hace más grande a medida que imagina lo que la pareja puede estar haciendo en la habitación. "Eso también podemos hacerlo, si quieres" suelta sin más, picándome las costillas y provocando que mi cuerpo de un pequeño brinco ante el contacto.

"¿Tienes 12 años?" me burlo, levantando la cabeza con superioridad, lo hago para molestarla.

"Encima también eres puritana"

"¡Que no soy puritana!"

Me quejo y Jennifer estalla en risas, qué pedante por su parte.

"¿No tienes fuerzas para una segunda ronda?" manifiesta con voz sensual, deslizando las yemas de sus dedos por mi muslo derecho y dejándome la piel de gallina a su paso.

"¡Todavía me cuesta caminar desde lo del avión!" exclamo cabreada, pero en el fondo me encanta está dinámica de picarnos entre nosotras. "¿Sabes qué? Mejor juguemos" afirmo para desviar la atención y procedo a arrancarle la botella de las manos, abrirla con algo de dificultad y darle un sorbo de la nada.

Cuando el líquido atraviesa mi garganta siento un calor inmenso acumularse en esa zona, una calor que me obliga a hacer una mueca de repulsión cuando acabo de tragar todo el contenido y soltar un inevitable "puaj", el alcohol seco es horrible de ingerir. Esa acción provoca en la rubia una nueva oleada de risas y yo estampo la botella contra su pecho para que me demuestre su propio aguante antes de reírse de mí. Jennifer sujeta el licor justo a tiempo para que no caiga sobre la cama y me mira con prepotencia, se acerca el cuello de la botella a los labios y da un sorbo del mismo calibre que el mío. La observo fijamente y, mientras ingiere el líquido, la observo tratar de ocultar su aversión. Cierra los ojos con fuerza y vuelve a abrirlos para mirarme cuando el alcohol ha aterrizado en su estómago.

"No te hagas la fuerte" me burlo, picándole las costillas de la misma forma que ella había hecho conmigo, pero su cuerpo no reacciona de igual manera, es más, no reacciona en absoluto.

"Lo dejamos en empate"

"De acuerdo" cedo rodando los ojos. "¿En qué consiste tu maravilloso juego improvisado?" pregunto de la forma más sarcástica que me nace.

"¡No uses ese tono!" se queja ella dándome un golpe en el hombro y yo estallo en una carcajada.

"Está bien, está bien... vamos, explica"

"Verdad o chupito, es simple" suelta encogiéndose de hombros. "Nos hacemos preguntas mutuamente y tenemos que contestar de forma sincera, si preferimos no responder hay que beber"

Secretos de rodaje [Morrilla]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora