Secretos de rodaje [Morrilla]

Podemos arreglarlo

P.O.V: Jennifer Morrison

Ha anochecido y la poca luz solar que se colaba por la ventana ha desaparecido y ha sido sustituida por el tenue brillo de la luna, la cual transmite un aura completamente distinta a la estancia. Ahora se ve mucho menos siniestra, más tranquila, incluso pacífica. Yo me encuentro sentada en el suelo del lugar, no sé cuánto tiempo llevo así, quizás unos minutos, pero no descarto la opción de llevar varias horas. Horas observando el rostro preocupado de Lana, su pelo reluciendo por los rayos lunares y toda ella dando vueltas por la habitación, alterada, pero al mismo tiempo algo eufórica por la situación. No puedo culparla, ese hombre la ha hecho pasar por un infierno, yo también le querría muerto si de mí se tratara.

"Jen, ¿me estás escuchando?"

"Perdona, ¿qué decías?" salgo de mi ensimismamiento para prestarle atención y, con suerte, transmitirle algo de calma con mi presencia y mis palabras.

"Tenemos que irnos"

"¿No deberíamos esperar a la ambulancia?" pregunto inocentemente, pero para mi sorpresa Lana no responde a la cuestión, se queda mirándome fijamente, imagino que sintiéndose culpable. Entonces lo entiendo. "¿No has llamado, verdad?"

"¿Qué ganamos haciéndolo? Está muerto"

"Podría no estarlo"

"Lleva 10 minutos tieso en el suelo, ha caído de un segundo piso... está muerto"

"Podría estar inconsciente o en coma, ¿has bajado a tomarle el pulso?"

"Evidentemente no" responde algo molesta.

"¿Por qué no quieres llamar?" vamos a ir al quid de la cuestión.

"Has matado a un hombre Jen..." suspira y pasa su mano nerviosamente por su melena azabache. "¿Qué más da si ha sido en defensa propia? Eso quedará vinculado a ti para siempre. Podrías perder tu carrera, tendrás que ir a juicio, demostrar tu inocencia, podrían no creerte, podrían encerrarte o peor-"

"¡Stop!" exclamo rápidamente, está derivando. "Eso no va a pasar"

"Eso no lo sabes" Lana se acerca rápidamente hacia mí y se arrodilla, quedando a mi altura. "No puedo permitirlo" su mano se posa delicadamente sobre mi mejilla y su pulgar acaricia tiernamente mi pómulo. "Yo no hice público todo lo que Fred me hizo por una razón y no pienso cambiar de opinión con esto. Imagina lo que dirá la prensa"

"Odio a la prensa" escupo al procesar sus palabras, eso sería lo que peor llevaría seguro.

"Lo sé, por eso mismo. Confía en mí, podemos arreglarlo"

Me lo pienso unos segundos. ¿A quién quiero engañar? Lana siempre acaba convenciéndome de las más grandes locuras, pero por eso la amo. Su suave mano sobre la caliente piel de mi rostro me ha hecho perder por completo el juicio y, tras mirarnos largamente a los ojos, asiento con la cabeza.

"Está bien, lo haremos a tu manera. ¿Qué vamos a hacer?"

El precioso rostro de la morena se ilumina en una hermosa sonrisa, una que llevaba tiempo sin ver. Se pone en pie y me ayuda a mí a hacerlo. Me hace un rápido resumen sobre todo lo que ha sucedido, puesto que mi mente ha sufrido algunos daños tras la tortura que ha supuesto para mi estar encerrada en un lugar tan estrecho durante tanto tiempo. Cuando, por fin, recupero todos los recuerdos y soy capaz de reconstruir la historia Lana me cuenta su plan. Son casi las 9pm y nos encontramos en un edificio abandonado situado en una calle desierta, según ella es bastante poco probable que encuentren el cuerpo de Fred antes de mañana. Eso significa que tenemos toda la noche para arreglar este desastre, aunque esperamos no necesitar tantas horas.