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Tenía ella casi quince años cuando sucedió, una nueva familia llegó a su barrio, Amanda fue a saludar con la única intención de ser cordial con los nuevos vecinos, además su madre la había enviado con algo para recibirlos, a los viejos vecinos apenas los conoció, abrió a la puerta una tierna niña bajita y con mucha energía, ella dijo que sus padres no estaban pero sí su hermana mayor.

- ¿Puedes llamarla?

-Claro -respondió la niña.

-Hola -dijo Nia con cordialidad, por alguna razón ella quedó sin habla. - ¿Necesitas algo? -preguntó.

-No, vengo a darles la bienvenida al barrio y eso, mi madre les envía esto.

-Muchas gracias, oye, ¿Vas al colegio?

-S-sí, tal vez allá nos veamos cuando inicien las clases.

-Sería genial, aunque debo saber tu nombre para poder hablarte.

-¡Es verdad! Soy Amanda, mucho gusto conocerte.

-No tenemos cincuenta años para saludarnos así, pasa si quieres.

-Claro.

La niña había desaparecido de la sala, de seguro estaría jugando en su habitación o pintando algo en el patio, Amanda se fijó en el interior de la casa, apenas el día anterior se habían mudado y estaba impecable, se sentía un ambiente acogedor, como si llevaran toda la vida ahí y ella fuera una amiga cercana, fue una sensación hermosa.

-No pareces de aquí.

-Yo era de U.E. pero nos mudamos hace unos años, ¿Ustedes son de C.A. verdad?

-Sí, bueno mi madre es de aquí, mi padre sí es de C.A., ¿Qué tal es la vida aquí?

-Es genial, al principio me costó acostumbrarme, pero la gente es maravillosa, te hacen sentir en casa.

-Veo que adoptaste las costumbres muy bien, pareces ser una de esas personas maravillosas.

-Gracias, espero serlo.

-¿Quieres? -le ofreció de la comida que ella misma llevó.

-Claro, gracias.

-¿Cómo es el colegio? Supongo que debes ser popular o algo por el estilo.

-No mucho en realidad.

-Nos llevaremos bien entonces, tiendo a ser excluida de las cosas.

-¿En serio?

-Sí, creen que soy presumida y evitan hablarme.

-Eres muy agradable en realidad.

-Gracias.

Pasó sin más ese día, se conocieron y se convirtieron de inmediato en buenas amigas, ella la guió durante los primeros días, los siguientes simplemente andaban juntas porque sí, al tiempo se distanciaron un poco porque Nia comenzó a salir con un chico, Amanda se sintió extraña con eso, ya antes otras chicas habían conseguido pareja y nada había pasado, pero Nia era un caso especial, tal vez se encariñó mucho o tal vez porque era prácticamente su única amiga, tenía otras pero no como ella.

Un día comenzó a pensar más de la cuenta en esa chica, usaba cabello corto en aquel entonces y tenía una personalidad extrovertida y envolvente, eso llamó su atención por sobre otras muchas cosas, se dio cuenta de algo bien raro, la chica no sólo le caía bien, le encantaba pasar el tiempo cerca de ella, y una noche mientras hacía la tarea de química comenzó a pensar en ella de una manera en la que solo había pensado en hombres, se imaginó caminando con ella de la mano de ella, hablando por horas y riendo como idiotas, se imaginó en la salida de su casa besándola en los labios para despedirse. Esa noche creyó estar loca o cansada y debía dormir bien, pero todo continuó igual al siguiente día en el colegio.

El Sector Contrario (ESC #1) [HISTORIA COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora