El Sector Contrario (ESC #1) [HISTORIA COMPLETA]

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El valle de los creadores era por mucho el mejor nombre para un evento de esos, según Jesse. El evento consistía en reunir a personas de todo Uorlaw a las que llamaban creadores, ellos pasaban todo el año trabajando en proyectos relacionados con ciencia y tecnología para luego buscar venderle su trabajo por exorbitantes cantidades de dinero a millonarios con la intención de convertir ese invento en productos comerciales. La personalidad promedio de esos creadores hacia que el nombre fuera tan bueno, expertos en ciencia y tecnología, también fanáticos de la ciencia ficción y fantasía. Ese año Jesse estaba simplemente turisteando por insistencia de su hermano Gerald y su mejor amigo Manfred, a él nunca le había interesado mucho esos temas, excepto por las ruedas, porque las ruedas sí son geniales. Incluso llegó a pensar que sería una gran idea ser corredor de carreras de ruedas, pero lo descartó, la adrenalina no era la misma que en las carreras ilegales, además quería buscar con menos exposición a los medios.

Personas con características tan especiales y con tanta inteligencia asistiendo a un evento con las mismas características merecían un lugar igual de especial, ¿Qué mejor para eso que un domo? En especial ese domo. Con un gran diámetro y por completo construido en vidrio, tan transparente y limpio que dejaría pasar toda la luz del sol si fuera de día, pero era de noche, una de esas noches en las que el cielo deja ver todas sus estrellas, la luna llena de verdad parece de queso, las nubes habían emigrado a otra parte y las luces del alumbrado público prácticamente estorbaban, una de esas noches que difícilmente se ven en otro mes aparte de enero. Cada vez que Jesse veía hacia el cielo se lamentaba de haber cedido a las insistencias de su hermano y su mejor amigo.

El domo era de una gran extensión pero de escasa altura, doce metros desde el suelo hasta el techo divididos en tres pisos cada uno más pequeño que el anterior. Ellos estaban en el piso más grande de todos, Gerald estaba muy ocupado esa noche con todo su trabajo, raramente lo veían. Fuera donde fuere que giraran se encontraban con puestos de creadores amateurs, la mayoría de ellos andaban entre los dieciocho y los veintidós años, creadores con buenas ideas pero con fallos grandes en sus trabajos, otros simplemente eran una completa mierda. Todos podían entrar al primer piso sin necesidad de pagar por una entrada por lo tanto el campo entero de exposiciones estaba lleno de idiotas que entraban con la explícita intención de molestar a los amateurs, unos pocos eran comerciantes con suficiente liquidez como para financiar uno de esos proyectos y con suficiente ingenuidad para creer que encontrarían algo que valiera la pena entre tanta basura.

El segundo piso era también un campo de exposiciones, aunque más exclusivo que el primero, cabía menos gente y los inversionistas un poco más grandes pagaban mucho dinero por ver a creadores más profesionales, los que han logrado perfeccionar sus trabajos pero no habían convencido a un inversionista, el ambiente era más serio y calmado que el desastre del primero, el dinero que cobraban además era para asegurarse de que solo entraran personas con la intención de hacer negocios, además los organizadores necesitaban dinero, muy común era observarlos hablando en grupo, para luego señalar un puesto y caminar hacia él con un contrato en la mano para tratar de convencer al creador de su escogencia. También era muy común encontrarlos en grupo con un vaso de algún licor fino en la mano, riendo de algún mal chiste que solo a los ricos les da risa.

El tercer piso era la crema y nata del evento, un teatro con una entrada muy peculiar en el que solo se presentarían los mejores diez proyectos del año, todo lo manejaban con un completo secretismo para que nadie supiera quienes eran los mejores hasta ese día, ahí solo podían ingresar los organizadores, los mayores empresarios de Uorlaw y un máximo de cuatro invitados por creador.

Ellos caminaron varias veces por todo el primer piso buscando al hermano mayor de Manfred, Gareth, que era su sétimo u octavo año en el evento, pero no lo encontraron, Jesse pensó que tal vez ya sería profesional.