CAPITULO XLIII

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Camila llega a su apartamento,se baña y se cambia, luego se maquilla como si fuera una maquilladora profesional ya que cuando era más chica quiso aprender a maquillarse como lo hacían para las modelos o actrices, entonces hizo un curso con un famoso maquillador y todo eso gracias a un contacto de su tía Catalina Ángel.
En el hotel Internacional, Julio y sus padres se preparaban para ir al desfile;
Marcela:" Wow hijo, que bello que estás, cada día te pareces más a tu papá"
Julio:" Gracias ma, es un honor de verdad"
Michel:" Bueno vamos que se nos hace tarde"
Julio:" Papá yo no voy con ustedes"
Michel:" Cómo así?, y eso porque?"
Julio:" Camila se ofreció a llevarme ya que yo le dije que iría en taxi, ahora viene a buscarme"
Michel sonríe porque sabía muy bien que Camila lo tenía cautivado por primera vez en su vida y eso a él lo ponía feliz, ya era hora que asentada cabeza y se dejara de tonterías que no lo llevarían por buen puerto, ésto significaba para Michel que su hijo por fin estaba madurando. Esto lo puso feliz hasta que recordó que Marcela no la quería ver ni en pintura tanto a Betty como a Camila, entonces le dice;
Michel:" Para que tu madre no se enoje, le vamos a decir que tenés que hacer unas cosas antes del desfile, que es inherente al tema, que te parece?"
Julio:" Eres un genio pá, me encanta pero yo nunca le mentí"
Michel:" Yo tampoco pero sino se pondrá eufórica, se enojará y no va a querer obviamente que vayas con esa muchacha, yo la conozco bien"
Julio:" Ay papá sigue resentida todavía?,eso es prehistorico ya caducó, además nos tiene a nosotros y a todas estas,a ti no te afecta ésta reacción papá?"
Michel:" Te digo la verdad, sí me afecta y mucho, pero no te preocupes que cuando termine todo esto, hablaré con ella"
Julio le dijo a su madre lo que habían planeado junto a su padre y no le quedó nada más que aceptar, a regañadientes pero lo hizo, confiaba en su hijo.
Marcela y Michel se fueron al desfile en el auto de ella que tenía en Bogotá parqueado en la casa de sus padres. Julio se quedó en el lobby del hotel esperando ansioso y también muy nervioso, que Camila lo llamara, estaba tan nervioso que caminaba de un lado a otro sin parar, como cuando estás en la sala de espera de una clínica esperando que te informen que tu sobrino o nieto ya nació, así de nervios tenía.

Continuará

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