Una historia donde dos hermanos buscan la forma de mantener a salvo las personas que más quieren.
Donde se pondrán a prueba las verdaderas amistades.
Donde volverán a creer en el amor.
Una historia donde se cuenta la vida de Tn y Peter Stark.
Wan...
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— ¿Estás bien?
Sentí el aire caliente de su respiración en mi cuello.
— Soy una Stark, claro que estoy bien — giré medianamente el rostro con una sonrisa, tratando de disimular lo que realmente sentía.
— Vi que hablabas con Loki ¿Te dijo o te hizo algo por qué si es así yo… — no la dejé terminar.
— Vino en son de paz, cariño — mi sonrisa se amplió enormemente al confirmar que mi alma gemela me protege como ninguna otra persona en el mundo — Creo que ha cambiado un poco… Pero es el Dios del engaño, hay que andar con mucho cuidado, es impredecible a veces — ella asintió en mi hombro, aproveché para darle un beso en la mejilla y luego la Vi cerrar los ojos instantáneamente.
— No hagas eso… me matas y me revives al instante — suspiró pesado.
— Bueno al menos no te quedas tiesa.
Un pellizco leve sentí en mi torso.
— ¡Auch! ¿Y eso por qué?
— Para que no vuelvas a burlarte de mí.
— ¡Oye! Claro que no me he bur… — Intenté defenderme pero otro pellizco me interrumpió — ¡Ok! ¡Ok! Ya entendí — dije alzando los brazos en forma de rendición.
Ambas reímos.
Wanda doblega todo de mí. Cuándo estoy con ella olvido todo a mi alrededor, mis miedos, mis inseguridades, mis pesadillas, incluso mis problemas, somos solo ella y yo, es demasiado tierna, jamás pensé que dentro de ese caparazón duro y lleno de venganza como lo era cuando llegó, hubiese una persona tan admirable y fácil de amar.
Ha invadido cada parte de mi ser en tan poco tiempo y confieso que eso me asusta a veces.
— De verdad siento mucho por lo que tuviste que pasar en Hydra, amor. — me abrazó más a ella — Lo que mi hermano y yo vivimos fue decisión nuestra, aún así la pasamos mal, no quiero imaginar lo que tú pasaste, tú no querías estar allí y nada de esto debió sucederte, no es fácil recordar o que alguien simplemente llegue de la nada a recordártelo — sus palabras sonaban sinceras, un silencio para nada incómodo se formó en el momento — hubiese deseado conocerte antes y protegerte, no te hubiera pasado nada de eso — acariciaba mis brazos lentamente de arriba abajo, su acción se vió interrumpida cuando me giré para quedar esta vez frente a frente.
— O quizá me hubieses matado tú con eso de que odiabas a mi padre — dije en tono burlón y ahora fui víctima de un golpe leve en el hombro…
— Tonta.
— Agresiva — le saque la lengua y sonreímos — pero hablando ahora en serio, creo que este es el momento perfecto para las dos ¡Mi vida! — acomodé un mechón de cabello detrás de su oreja mientras juro que la veía con mis ojos iluminados, tomé sus mejillas entre mis manos y besé sus labios delicadamente, son tan suaves por Dios.
