HEIDEN
Lunes
Era lunes, el inició formal de una semana y yo me sentía de todo menos apta para ir al instituto.
Sin contar el hecho de que no había completado muchas tareas que debía entregar hoy, pues tenía miedo, ansiedad y desconcierto por encontrarme con algunas personas. Incluidos mis amigos.
Sabía que a Remhi le debía algunas explicaciones, pero más que todo me impacientaba hablar con Josh. No solo por averiguar cómo estaba, sino por miedo a que me dijera algunas cosas para las que a pesar de haber casi que presenciado, aun me picaban la dignidad.
¡Por supuesto! Me refería a Jen, a quien observaba la manera en que acomodaba sus gafas oscuras. Ya imaginaba el por qué. Era obvio que quería cubrir las marcas que le habían dejado aquellos golpes, de otra manera sería muy estúpido si usara ese tipo de lentillas cuando el clima estaba tan templado y gris.
La verdad es que era inútil que cubriera sus ojos. Su labio inferior no estaba para nada normal. Cualquiera se podía imaginar lo que había ocurrido, sino es que ya lo sabían a través de los chismes. En fin, decidí adentrarme al instituto antes de que él me pillara mirándole.
Lastimosamente tenía a Zack como plato fuerte. Todavía me enfurecía recordar que por su culpa había tenido un fin de semana tan fuera de lo convencional en mi vida. Y no era para nada en el buen sentido. Una parte de mí quería que ese imbécil se hubiera extinguido de esta vida, pero la otra parte, la más grande, quería verlo para desquitarme el mal sabor de boca con unos cuantos golpes que ya imaginaba donde y como se los daría.
Se encontraba a unos cuantos metros de mí. Como siempre estaba rodeado por su grupo imbéciles, los cuales en realidad no me habían hecho nada, pero eran de esas personas que no tienes que conocerlas para saber que no te agradarían ni por ensueño. Prueba de ello era su líder quien me miraba directamente.
Creí que estaría como siempre orgulloso de amargarme los segundos; sin embargo, me sonreía sin sorna o ironía alguna. Mas bien era una sonrisa tranquila. Sentí que hasta era sincera.
De igual manera eso no evitó que yo volcara mis ojos y tomara una dirección contraria a él. Era la persona menos indicada para empezar mi intercambio de palabras en el día.
Física tampoco era la manera correcta para empezar, pero era algo que no podía evitar como la simple estudiante que era. Las explicaciones del profesor Cob me parecían más pesadas que de costumbre. Sentía que mi cerebro era una gran piedra y todas las ecuaciones y formulas que lanzaba el profesor, solo rebotaban sin penetrar dentro de mi mente. Al final, resumí que solo aportaba mi presencia a la clase y no me inquieté por ello.
Lo que si me inquietaba era no ver a mis amigos y contaminarme la conciencia con Jen, quien estaba también en esta clase. Cuando se adentró al salón solo nos dedicamos una leve reparación y seguido se fue a su puesto al otro extremo.
Tengo que confesar que, en un pedacito de mi ser, se encontraba la esperanza de que se acercará y me explicara aquello, aunque me negara y dijera que no tenía importancia. Sin embargo, no le veía esa intención por ninguna parte. Al menos no lo demostraba.
A la hora del descanso por fin pude a ver a mis amigos.
—¿A qué vienen sino van a entrar a las clases? —pregunté arrojando mi maleta al suelo y lanzándome a una silla.
—La revista escolar es más importante que entrar a cualquier materia. —expuso Rhemi mientras tecleaba en su laptop.
Es cierto, había olvidado que usualmente un lunes de cada mes había reuniones del departamento de periodismo estudiantil. Rhemi era el coordinador general y era obvio por qué. Su personalidad hablaba por si sola.
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A MIS ALAS ROTAS
Teen FictionDepender de alguien no es amor, es odiar nuestra existencia sin ese alguien, pero ¿qué es el amor después de todo? ¿Podríamos vivir sin haberlo experimentado? Yo creo que no, y aunque aún no lo entiendo y con pocas probabilidades lo haga alguna vez...