HEIDEN
Ya había pasado más de una hora desde que habíamos entrado a la casa, la cual estaba a explotar de gente. Música y luces de acuerdo a la ocasión. Todos parecían estar disfrutando con un vaso de cerveza en sus manos y algunos hasta con una botella de vodka o tequila, y luego estaba yo sin siquiera una gota de agua.
Me sentía fuera de lugar y como una completa idiota esperando por el imbécil de Zack a que se dignara a decir que era lo quería que hiciera para poderme largar. Él se había puesto a saludar a todo el mundo desde que entramos y si no estaba hablando con alguna chica, estaba haciendo una pequeña escena porno en la pista de baile.
Si me pidieran mencionar el momento más estúpido de mi vida, este tendría grandes méritos para estar en ese puesto.
Dos chicos se acercaron a mí y cuando me percaté de quienes me puse nerviosa.
—¿Has querido probar la normalidad por una noche? — preguntó Remhi.
No podía articular ni una silaba. No sabía qué decirles. Durante todo el día me habían estado enviando mensajes para que asistiera a la fiesta y yo solo había dicho que no. Estuve tan distraída pensando en deshacerme de Zack que mis pensamientos no dieron para más nada. Ahora quedaría más idiota de lo que ya era y no tenía ni una excusa creíble.
Un poco después dije lo único que se pudo inventar mi cerebro.
—Mamá insistió en que viniera.
Eso era bastante contundente, ¿cierto?
—¿Por qué no nos llamaste para pasar a recogerte? — preguntó Josh.
—Es que Gianna, humm....mi mamá quiso traerme.
Por ningún motivo les iba a decir la verdad. Si no se creían lo que les estaba diciendo, pues sería su problema. Aunque la verdad es que no me hacía ninguna gracia mentirles.
—Vale, eres una completa mentirosa, pero ya que estás aquí vamos a bailar—contestó Remhi. Mi ceño se frunció de indignación, pero no quise decir nada más. Ahora más que nunca necesitaba hablar con Zack.
—Vayan ustedes, yo necesito ir al baño
—vale, pero no te vayas a perder— advirtió Josh
—Descuida.
Esperé que ellos se alejaran un poco de mí y fui a por Zack. Él estaba casi que comiéndose con la mirada a una chica alta de cabello rojo. Llevaba puesta una falda de unos cuantos centímetros de tela y un top a juego. Estaban clarísimas las intenciones de Zack con ella, pero me interpuse entre ellos sin importarme.
—Necesito hablar contigo ahora mismo.
La chica me miró y sabía que en ese momento me había convertido en una de sus enemigas, pero no podía importarme menos.
—Heiden estoy ocupado en este momento— dijo Zack sin siquiera mirarme.
Logró cabrearme más y lo jalé por el brazo.
—Dije.... AHORA MISMO.
—¡Oh vamos! Espera un poco.
—No
—Está bien, está bien—aceptó y se volvió a la chica de cabello rojo para hacerle una seña que solo se podía interpretar como: "Te bajaré la ropa interior"
Jalé un poco más a Zack y lo llevé hasta un pequeño rincón que estaba vació.
—No puedo quedarme más tiempo aquí, mis amigos han venido y no me hace gracia que nos vean juntos. Dime ya que es lo que quieres y acabemos con esto.
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A MIS ALAS ROTAS
Teen FictionDepender de alguien no es amor, es odiar nuestra existencia sin ese alguien, pero ¿qué es el amor después de todo? ¿Podríamos vivir sin haberlo experimentado? Yo creo que no, y aunque aún no lo entiendo y con pocas probabilidades lo haga alguna vez...