OO6: Get on with our lives

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— Muchas gracias —Pasar tiempo con Jihyo no estaba en sus planes el día del cumpleaños de Qiang pero no tenía de otra, la había llamado todo el día y cuando le contestó decidió mentirle.

Decirle que estaba muy enferma era bueno, hasta era el mejor plan que hizo en conjunto con la pelirroja no como la vez que planearon decirle al profesor que llegaron tarde por culpa del perro inexistente de la vecina de Sana.

— ¿Cuando piensas admitir que te gusta Tzuyu? —Se ahogó con el té que le preparó,— Hasta te ahogas, mirate estás loquita por tu cuñada...quién te dijo puras mierdas y lo que acabo de recordar lo siento —Se disculpó y se quedó mirando el suelo, Sana lo agradeció a veces era mejor quedarse callada.

Sobre todo si era porque quería hablar de la persona que todavía seguía en su mente recordándole que lo mejor que pudo hacer fue pasarle de largo y nunca mirarla a los ojos cuando la conoció.

Esa insolente chica que la orilló a cometer un grave error que le costó ver a su novio como debía, le dolía bastante tener que evitarlo ya que era buena persona y siempre estaba para ella en las buenas y en las malas, pero eso no quita que no lo ame, nunca lo ha visto con otros ojos que no sea de ese chico que la hace sonreír y que de vez en cuando la besa.

Ese mismo que le dio a su madre la operación del corazón que necesitaba, el mismo que la ayudo a entrar a la universidad y que ahora siente que lo utilizó solo para eso, un cajero humano que le daba todo lo material que ella quisiera.

Y eso estaba terriblemente mal, tener a alguien que te de todas las comodidades pero que no lo ames, era una mala persona que ocultaba todo con esa sonrisa que ella comenzaba a creer que era falsa, solo por seguir los caprichos de su madre quien la hizo creer que amar a una chica estaba mal en todos los sentidos pero que no la sacó de ese mundo por completo.

Porque si fuera así no hubiera deseado a Tzuyu y tener sexo con ésta.

A la final se comportó como una hija de puta incapaz de empatizar con alguien que le entregó su virginidad,— Toma un poco —Parpadeó un par de veces antes de mirar a Jihyo quien la estaba obligando a tomarse el líquido caliente que tenía entre sus manos, bajó la vista a la taza y frunció los labios, de seguro Tzuyu estaría con alguien más al finalizar el año y ella estaría sola aguantando los insultos de su madre por dejar a tan buen partido.

— ¿Crees que mi mamá entienda? —La coreana se le quedó mirando en silencio, eso había sido suficiente para saber que no sería tan fácil convencer a una persona testaruda a que fue lo mejor, tal vez hasta lo busque y le supliqué que este con ella por más que no lo desee.— Estuvo mal dejarlo por Tzuyu —Estaba en lo correcto y detestaba saber que ahora que podía pensar tomaría una mejor decisión que la que tomó hace dos días.

— No estuvo mal dejarlo porque no lo amabas —Ese tono fuerte que solo tenía Jihyo la hacía sentir tranquila y saber que cometió un error sin necesidad de que le este gritando,— Estuvo mal meterse con su hermana y no terminarle antes —Ser infiel era lo pero que había hecho en toda su vida, lo juró ante muchas personas que no cometería el mismo error que su padre.

— Soy una mini versión de mi papá —Park estaba al tanto de todo lo que sucedió, se acercó y la abrazó con fuerza.

— No eres la versión de nadie eres tú misma y cometiste un error —Rodó los ojos tratando de contener las lágrimas que amenazaban con salir,— Un error lo  comete cualquiera —Aseguró.

Estaba a dos segundos de quedarse dormida cuando el timbre comenzó a sonar, se tuvo que levantar de la cama super cómoda que Jihyo le prestó en la que estaba viviendo desde hace un día casi dos, era media noche y luego de tener una batalla contra ...

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Estaba a dos segundos de quedarse dormida cuando el timbre comenzó a sonar, se tuvo que levantar de la cama super cómoda que Jihyo le prestó en la que estaba viviendo desde hace un día casi dos, era media noche y luego de tener una batalla contra sus pensamientos había logrado cerrar los ojos y tratar de dormir.


Pasó lentamente por la habitación de la menor, quería que siguiera durmiendo y aunque era extraño que alguien tocará el timbre a altas horas de la noche decidió ir sola sin llamar a la policía o a la dueña de la casa.

Al llegar a la puerta sintió un fuerte escalofrío que la hizo tambalearse, con cuidado miró por la ventana para saber de quién se trataba antes de abrir y se llevó una grata sorpresa al ver a la mismísima Tzuyu con una taza de color naranja muy conocida, frunció el ceño convenciendose de que lo mejor que podía hacer era irse otra vez a la habitación y no abrirle.

Dio media vuelta y se fue directo a la habitación pero el sonido insistente del timbre la obligó a abrir la puerta enojada, el frío de la noche pegó contra su cuerpo y tembló, con la mirada maldijo a la chica frente suyo,— ¿Cómo mierda sabías que estaba aquí? —Entró sin importarle que no la haya invitado.

— Te vi llegar aquí —Se limitó a decir, eso significaba que la estuvo siguiendo, iba a hablar pero Chou le pasó la taza— Qiang estaba preocupado por ti y me dijo que estabas enferma entonces te traje esto —Sana no contestó, a decir verdad no quería abrir la boca porque saldrían insultos o llanto.— Sé que no estás enferma —Rió entre dientes al dejar la taza en la mesa.

— No hagas como que quieres ayudar a tu hermano en primer lugar —Dijo.— Y en segundo lugar no vuelvas a venir a esta casa —La empujó pero Tzuyu no se movió ni un centímetro, se quedó quieta viéndola a los ojos,— Vete antes de que te lance la taza en la cara —Y la abrazó, sin decir nada solo lo hizo y escondió el rostro en su cuello, seguía teniendo la mano hacia arriba amenazándola con golpearla y la otra apretada.

— Lo que dije fue mentira —Cerró los ojos y se mordió el labio inferior para que no se diera cuenta que estaba llorando,— Me gustas y quiero estar contigo —Pero aún sabiendo que decía la verdad no estaría con ella, la separó lentamente.

— Le diré a tu hermano la verdad y tú igual —Más que un mandato era una obligación, debían ser sinceras— Después de eso terminaré contigo y me iré, seguiremos nuestras vidas como si nunca nos conocimos —Tzuyu no había escuchado lo que quería.

— ¿Que? —Preguntó en voz alta, tan fuerte que estaba segura que despertó a Jihyo,— Eres al primera persona que me gusta de verdad ¿Y me vas a dejar? —Sana desvió la mirada.

— Si estamos juntas nos haremos daño, en unos años me vas a agradecer todo esto —Sus palabras no eran verdad, ni siquiera su rostro que parecía no tener emociones, ni su cerebro que le decía cada cosa para que fuera mejor.

Si era lo mejor para ambas no estar juntas, pero su corazón no decía eso.

— Vete Tzuyu, antes de que Jihyo sepa que estás aquí —Y la menor se fue no sin antes dar un portazo super fuerte.

serios mistake ; 𝘀𝗮𝘁𝘇𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora