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Ya habían pasado varias semanas desde que la Señorita Lee era mi psicóloga, ambos estábamos más unidos y yo me abría un poco más a ella, contándole mucho más de mi, podía notar que eso a ella le encantaba y a mi no me desagradaba. La alarma comenzó a sonar, me levante con felicidad, hoy la vería otra vez a ella pero lo que me sorprendió es que guardias entraron a mi habitación.

—¿Ahora que hice? —Dije confundido.

—Hemos visto que tu comportamiento a ido mejorando gracias a las visitas de la Señorita Lee —Dice y yo solo lo miro —Así que para afirmarlo en esta semana podrás salir —Informa y podría alegrarme pero no me alegraba, me había acostumbrado a estar solo en esta oscura habitación, me desagradaba cualquier persona, claro, a excepción de la Señorita Lee.

—Esta bien —Me limite a decir.

—Bien, vamos que pronto será hora del desayuno —Dijo a lo que yo me levante y comencé a seguirlo.

Al salir de la habitación entrecerré mis ojos al notar que había demasiada luz alrededor, no podía captar si eran luces del lugar o eran los rayos del sol. Dos guardias se posicionaron detrás de mi, al lado mío estaba Turner y enfrente se encontraban otros dos guardias. Era incómodo pero no tenía de otra.

Pronto entramos al comedor, todas las personas ahí me observaron, yo solo los miraba amenazante y ellos apartaban la mirada, eran unos débiles de mierda, ellos realmente estaban locos. Tome asiento en una mesa completamente sola y enseguida recibí una bandeja de comida. Los guardias no se fueron pero Turner si, algo que me hacia sentir menos incomodó, me relaje y comencé a comer pero en eso dos personas se colocaron enfrente mío.

—Hargreeves —Murmuro y yo no le preste atención —Hace mucho tiempo que no te veíamos —Yo solo seguí comiendo pero él me quito mi bandeja, comiendo él de ahí.

—Deja de fastidiar —Dije molesto.

—Oh claro, no queremos que te vuelvan a encerrar de por vida —Sonrió —No como hace tiempo. ¿Recuerdas la pelea? —Pregunto burlón.

—Te lo merecías —Dije con una sonrisa.

—Admítelo Cinco, estas aquí porque eres como todos nosotros —Lo tome de la camiseta.

—Cállate si no quieres que te vuelva a partir la cara, créeme que no me molesto estar encerrado pero a ti si te molestará que te vuelva a partir la maldita cara —Lo solté brusco al notar como los guardias estaban atentos a mi —Solo deja de joder —Le pedí.

—Como quieras pero recuerda porque estas aquí, dudo que sea porque eres un niño bueno —Dijo para luego irse

T/n Lee

—Él a ido mejorando —Hablo Turner.

—Eso me agrada —Murmuro para mi aunque el también logro escucharlo.

—Pero eso no significa que no debería tomar sus medicamentos —Explica y yo niego.

—Eso lo hace alterarse —Explique esta vez yo.

—No señorita Lee, eso lo controla —Lo miro frustrada —¿A visto los dibujos que hace? —Asiento.

—Él me muestra algunos —Él toma la libreta que le di a Cinco para luego pasar unas paginas.

—¿Y estas? —Me las enseña —¿Se las muestra? —Pregunta irónico y yo observo el dibujo.

Era Turner, estaba acostado en lo que parecía una camilla, ahí estaba Cinco, le daba electroshock en su cabeza —Él no... —Murmuro sin poder creerlo.

—Oh y no son las únicas —Dice mostrándome imágenes aun peores —Es un esquizofrénico Señorita Lee, puede que con usted se porte de lo mejor pero no es un niño bueno que esta encerrado aquí por un mal entendido —Yo suspiro.

—Tratare de hablar con él —Me levante de mi asiento.

—Pues hágalo rápido porque si él sigue así, tendrá que ser él quien este atado a la camilla —Lo miro frustrada.

—Usted no puede hacer... —Me interrumpe.

—Son mis pacientes así que ahora retírese a dar su sesión —Me pide y yo frustrada toma la libreta para luego salir de ahí. Camino por los largos pasillo de aquel lugar hasta encontrarme con uno de los guardias, Michael.

—¿Cómo te fue? —Me pregunta.

—No lo suficientemente bien —Explico soltando un suspiro —¿Puedes creer que quiere darle electroshock? —Pregunto irónica.

—Yo digo que esta bien —Toma un poco de café y yo lo miro mal —Es un loco, T/n y si no esta sirviendo por las buenas, tendrá que ser mejor por las malas —Me intento ir de ahí, indignada por sus palabras pero este me detiene —Olvidemos eso, mejor —Me acerca más a él —Dime si aceptas mi cita —Murmura muy cerca mío y yo me alejo incómoda.

—Ya te dije que no lo sé, estoy muy ocupada con Cinco —Explique y él suspiro frustrado.

—¿Qué más da el loco? Ni que fuese para tanto faltar a una maldita sesión un jodido día —Habla molesto.

—Es mi trabajo, Michael —Me fui de ahí, escuchando como varios guardias me seguían, sabían que era hora de la sesión. Al estar frente a su habitación los guardias abrieron la puerta y pronto mi mirada se poso en él. Estaba sentado en aquella silla como cualquier otro día, como si esperara mi llegada, entre y me dirigí hacía la silla frente a él, tome asiento y pronto la puerta se cerro —Hola Cinco —Él sonrió.

—¿Alguna vez le dije lo linda que es? —Sentí mis mejillas arder.

—¿Qué? —Dije impresionada.

—Si, debo admitir que usted es una completa maravilla —Sonreí sin poder evitarlo.

—Gracias —Dije apenada. ¿Qué demonios digo? ¿Por qué me comporto así?. Me sentí mucho más nerviosa al notar como comenzó a jugar con mis dedos, acariciándolos con lentitud, sentí mi piel erizarse —Comencemos con la sesión —Dije —¿Cómo va tu día? —Pregunte nerviosa.

—Contigo aquí todo mejor —Sonrió ladino —Créeme que desde que llegaste a mi vida todo a cambiado —Me miro bobo —Ellos creen que estoy mejorando así que me dejaron convivir con los demás. Se lo agradezco señorita Lee —Murmuro suave.

—Eso me agrada —Sonreí —Que convivas con los demás —Formo una mueca.

—León arruino un poco mi día —Murmuro y yo me puse atenta a él —Comenzó a decir cosas sin sentido, él realmente era un desquiciado —Habla algo frustrado.

—Cinco —Me miró.

—Dime.

—¿Por qué te molesta que te llamen "Loco" pero tu te expresas así con todos? —Comenzó a reír.

—Suena ridículo, lo sé porque estoy aquí encerrado pero no todo es lo que parece Señorita Lee —Lo mire confusa —Cualquiera puede mentir estando ahí afuera pero los que están aquí adentro son tomados como locos por cualquier cosa que dicen y eso sucedió conmigo —Explicó pero la curiosidad me estaba matando.

—¿Cómo? No logro entenderlo —Dije confundida.

—Acércate —Lo obedecí, me acerque a él y él pronto se acerco a mi. Su rostro estaba a tan solo centímetros del mío, mi respiración comenzó a pausarse, volviéndola agitada y cuando más esperaba algo de parte de él, la puerta se abrió, obligándonos a separarnos.

—Señorita Lee creo que fue suficiente por hoy —Hablo Turner y yo asentí.

Me levante, dejando la libreta sobre la mesa pero Cinco aprovecho y tomo mi mano. Los guardias se pusieron atentos pero Turner los detuvo antes de cualquier cosa.

—Gracias Señorita Lee, es mi salvación —Murmuro para después soltarme

𝐌𝐲 𝐃𝐚𝐫𝐥𝐢𝐧𝐠 © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora