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Habían buenos tanto como malos y no lo decía por mínimas peleas si no porque realmente eran malos momentos. Tan malos que me hacían odiarme a mi mismo.

El primero comenzó unas dos o tres semanas después de estar con T/n, fue cuando me odie de por vida y quise intentar cortarme las manos por lo que hice.

De la nada todo en mi había cambiado, era como si poseerán mi cuerpo en ese instante y tuvieran control de mi, me volvía por completo loco. Había hecho un desastre en nuestra habitación, mis nudillos sangrabas por los golpes que daba en la pared al igual que mi cabeza por que me daba la idea de ir y estrellarme.

T/n no sabía lo que me pasaba e intento detenerme pero la golpeé por accidente, no quería hacerlo y ella misma me dijo que cuando me miro a los ojos no parecían los míos, parecía otra persona absolutamente diferente a mi.

Algunas veces me despertaba de la nada a horas en la madrugaba, escuchaba ciertas voces y yo por eso me golpeaba la cabeza, para que pararán. Un día terminaba de bañarme, me miraba al espejo, tratando de reconocerme pero yo me estrelle contra el tan fuerte que el vidrio se rompió.

T/n ese día me encontró sangrando en el baño, no estaba muy herido pero ella se había preocupado demasiado. Yo al instante noté que eso no era para nada normal, no quería volver a hacerle daño a T/n así que cada que sentía que eso iba a llegar me iba al sótano y me quedaba ahí hasta que terminará.

Cada que terminaba escuchaba a T/n llorar, eso me partía el alma, era mucho estrés y desorden para ella, yo cada vez que entraba a esa fase no dejaba de destruir cosas y siempre me lastimaba.

Eso me hacía sentir horrible, como si me muriera por dentro, un día llegue a desmayarme por eso y T/n tuvo que llevarme al hospital. Mentimos en algunas cosas, ella me decía que buscáramos ayuda pero no la necesitaba y si decía algo al respecto, sabía que me encerraran de nuevo y me alejarán de ella.

Ninguno de los dos quería alejarse del uno al otro así que decidimos solo dejarlo pasar, era algo con lo cual decidimos vivir. A pesar de ser malos momentos ella siempre estuvo ahí para mí, incluso me regalo una libreta para que anotara mis sentimientos y las cosas que pensará en el momento para poder buscar una solución al problema.

A veces tenía recuerdos borrosos del hospital, eran tan confusos que me hacían enloquecer por que quería saber que carajos significaba. Al igual que habían imágenes de enfermeros que jamás había visto pero yo los atacaba y la sangre, siempre había mucha sangre en cada escenario.

Sinceramente no sabía lo que tenía pero sabía que había sido por culpa de Turner y esos estúpidos enfermeros que asesine. Me hicieron algo que ahora esta dando efecto, quiero morir pero quiero que T/n este a mi lado siempre, no quiero perderla y no lo voy a hacer.

Voy a buscar una solución a esto por que si no sobrevivo no estaré con T/n nunca más y es como si nada de lo que hemos vivido haya pasado.

(—)

—¿Qué puedes decirnos de esto? —Me muestran la libreta que me dio mi T/n.

—Nada interesante —Le reste importancia.

—Él comenzó a abrirlo y ojearlo —Pagina 18—Junio 7 —Apreté la mandíbula —Hoy tuve otra de mis "fases", fue en la noche y T/n ya esta dormida —Leyó y yo solo lo miré —Esta no fue tan fuerte, perdí el control de mí, como siempre, me golpeaba yo mismo o con algunas otras cosas. Las voces, las voces no paran de gritarme tonterías irónicas —Aprieto mis puños —Y las sombras son como fantasmas del pasado, siempre las vi como una sombra negra y ya pero ahora me doy cuenta de que uno de ellos es Turner —Mi mandíbula sentía que iba a quebrarse de tan fuerte que apretaba al igual que mis puños —Una de las voces era de él, no paraba de reclamarme y decirme que nada era... —Le arrebate el libro y lo lance hacía el libro donde se encontraban personas observándome.

—Basta —Le dije y él solo alzo las manos inocentemente.

—Bien pero —Pauso —¿Qué te decían las voces? —Negué.

Comencé a negar sin parar pero no por que no quería contestar su pregunta si no por que trataba de quitar las voces que estaban en mi cabeza, algunas eran como vida propia y otras eran insignificantes como la de Turner. Se oían igual pero eran muy diferentes.

—Cinco —Golpeó la mesa para que reaccioné —Solo tratamos de ayudarte pero si no pones de tu parte no podemos hacer nada —Quería llorar, me sentía débil e insignificante.

—Yo —Balbuceo.

—Cuéntanos que paso aquel día, donde pensabas escapar pero no lo lograste —Lo miré fijamente.

Hazlo

Hazlo

Asesínalo

Asesina a todos aquí

Eres superficial a todo ellos

Hazlo

Huye

Se libre y vuelve a vivir

Hazlo

—¡Basta! —Grite golpeando el escritorio.

Otra fase. Escuche una voz en mi interior, se estaba apoderando de mi cuerpo, yo intentaba tranquilizarme pero aquello era más fuerte que yo. No sabía que era pero había entrado en mi y me dijo que tenía que huir así que iba a atacar a la persona frente a mí pero cuando menos lo esperaba fui inyectado y pronto caí inconsciente.

No, otra vez no...

𝐌𝐲 𝐃𝐚𝐫𝐥𝐢𝐧𝐠 © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora