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Minho no sabe cómo ha conseguido poder volver a ver a Jisung, jamás se encontró con él antes y ahora lo veía en cada lugar al que recurría, pero había una explicación más allá de la simple coincidencia, algo obvio que quiere evitar pensar; La única razón por la que encuentra a Jisung es porque siempre lo busca. Quedándose cerca de aquella casa donde lo vio por primera vez comenzó a pasear por los alrededores, incluso traicionó su cafetería favorita, todas las mañanas encontraba agradable leer un libro en la biblioteca y de vez en cuando sentarse en el parque para ver a los niños jugar o los pájaros cantar. No se considera un acosador, sólo una persona con mucho que decirle a otra.

Cuando tiene el suficiente valor se acerca a él, intenta fingir que es una simple casualidad y le sonríe con cariño saludándolo como si se hubieran visto hace días y no le hubiera abandonado años atrás. Se sienta a su lado, sin permiso, pero no hay un reclamo por ello.

—¿Cuándo llegaste a Canadá?— le pregunta con un poco de nerviosismo.

Jisung ha cambiado, sería infame decir que no lo ha hecho o que si lo hizo le sentó mal, pero la verdad es que su lindo chico se ha hecho un hombre, un precioso hombre con un porte demasiado elegante. La mirada de Jisung ya no representa inocencia, pero de alguna manera siente que si escarba en ella podrá encontrarla muy en el fondo, como si se hubiera enterrado en vez de desvanecido. Su corazón le da un claro latido cuando termina de observarlo. No es el mismo, o eso es lo que quiere hacerle creer, porque Minho aún puede ver a su lindo chico.

—Hace un año y medio, pero apenas tres meses en la ciudad. —Le responde Jisung tan natural que ni siquiera parece molesto con él, y Minho entiende que debería de estarlo. —Hyunjin y yo decidimos comenzar a vivir juntos, como pareja.

Minho no tiene idea de si aquello es un intento por hacerle saber que esta saliendo con el tal Hwang o si sólo es un comentario al azar. No será tan egoísta como para celarlo cuando él fue quien lo dejó, no se atrevería a hacerlo después del daño causado, de hecho, se alegra que Jisung tenga una pareja, porque aun son amigos desde la infancia. Minho toma aire.

—Te ves bien. — le alaga con cariño. —Sigues siendo lindo. — e infantilmente intenta pellizcar una de sus mejillas, pero Jisung lo aparta.

Por un momento Minho se siente igual que hace años y toma aquello como una señal de que debería intentarlo mejor, que no ha sido rechazado y es un simple juego, por eso sonríe más amplio e intenta de nuevo.

Jisung suspira.

—Sigues siendo un niño.

En un destello consigue ver la sonrisa de su chico, Jisung jamás podría cambiar tanto.

























Life Love ❣︎ MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora