♠️•Capítulo 41•♠️

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Estoy soportando todo por nosotros...
Estoy haciéndolo todo por amor...
Cuando pienso que los planetas se alinean
Ten encuentras tan cerca pero aún así estás tan lejos de mí...
Haría lo que fuera necesario para convertirme en una estrella ante tus ojos.

¿Qué tan perverso y oscuro es todo esto? —esos pensamientos comenzaban atormentar su mente y no la dejaban tranquila ni por un segundo. Pensar en todo el sufrimiento que seguramente aquellas personas han estado pasando a causa de la ambición de unos miserables la hacían sentirse culpable de cierta manera, pues se acostaba con uno de ellos.

Estiraba sus cabellos castaños en tanto se arrepentía por el momento en que decidió venir a este lugar y sobre todo en el momento en que abrió su corazón a alguien tan...cruel y sin sentimientos como Park. Es decir, alguien que hacía algo como eso era imposible que tuviese un corazón y menos que sintiese amor por algo más que no fuera el dinero.

Pronto comenzó a empacar sus cosas. Si algo era claro, era que no permanecería en esa casa por más tiempo ¿A dónde iría? No lo sabía pero a cualquier lugar menos ahí.

—¿TN? —la observó su madre al ver lo que hacía —¿Por qué haces esa maleta? —se acercó y divisó mejor el rostro cansado de su hija, con unas notables ojeras —¿Qué ocurre?

—Ma...nos vamos. —se le quebró la voz.

La señora se asustó ante aquellas palabras —Jimin...¿Nos ha echado de su casa?

—No. —guardo silencio y dió un profundo respiro, por su condición era obvio que no le diría la verdadera razón por la que buscaba huir de ahí. Huir...ese sentimiento que le produjo aquella palabra fue tan amargo —Ya no quiero estar aquí; he terminado con él.

—¿Por qué? —la señora estaba tan desconcertada ante aquella noticia.

Sus labios temblaron pero no emitieron ningún sonido; su nariz se enrojeció e hizo contraste con el semblante triste que tenía y que poco a poco era más notorio ¿Qué le diría exactamente? ¿Cómo justificaría tan inesperada decisión sin preocupar a su progenitora?

Inesperadamente la puerta se abrió entrando por ella, Hyori, quien al ver la situación se asustó, cosa de la cual TN se dió cuenta ¿Por qué se asustaría? A menos que supiese de lo que Jimin era capaz o de lo contrario porque razón le temería tanto.

—¿Por qué está haciendo una maleta, señorita?

La castaña la miró de una forma severa y con una voz dura le respondió la cuestión
—Mi madre y yo nos iremos.

—Sabe que no tiene permitido salir de aquí, el señor Park no me ha informado nada por lo que no es posible que usted —la morena la interrumpió alzando la voz.

—Park no es mi dueño y no soy su ¡Maldita mascota! para pedirle permiso —su madre la tomó por el brazo, la miró y ésta tenía una expresión de confusión.

—TN ¿Por qué dices eso?

—Señorita, por favor razone. El señor Park va enojarse mucho si se entera que se ha ido de aquí —intento acercarse pero la castaña la esquivo, tomando su maleta y a su madre salió de la habitación con rapidez, Hyori no se dió por vencida por lo que fue tras ella. Le aterraba mucho las consecuencias de todo esto —Señorita ¡TN!

—¡No me sigas que no voy a desistir! ¡No eres nadie para detenerme! —la miró mal.

—Hija, no seas grosera con la señora, por favor —habló su madre ya molesta —Lo que sea que haya hecho Jimin para que terminarás con él no te da derecho a desquitarte con Hyo. Ella solo está haciendo su trabajo.

El Perfeccionista [Park Jimin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora