El Perfeccionista [Park Jimin]

♠•Capítulo 19•♠

Amar a alguien que no vale la pena es desvalorar tus propios sentimientos, dejar que pisoteen tu corazón, que lo hagan añicos y solo ver como lo hacen.

Por la mañana un avión proveniente de latinoamérica aterrizó en el aeropuerto de Seul, Corea de Sur. Todos los pasajeros bajaron apresurados y yendo directamente hacia la salida, ahí habían muchas personas que esperaban por ellos. Otros pasajeros solamente venían a visitar Corea y vacacionar por lo que no tenían a nadie que los esperara.
Un adolescente latino venía arrastrando dos grandes maletas negras, el joven buscaba desesperadamente a su hermana mayor, pues es flagrante que no conocía absolutamente nada del lugar al que vino, aunque cuando su hermana le dijo que vendría a este lugar, se puso a estudiar coreano y quizá lo ayudó mucho el hecho de que era un niño muy inteligente, inclusive más que su hermana mayor por lo que aprendió rápido.

—¡Alan! —gritó a todo pulmón la morena e inmediato atrajo la mirada de su hermanito y otros pasajeros.

—¡TN! —en cuando estuvo más cerca, soltó sus maletas y se lanzó abrazarla con mucho cariño —Te extrañé tanto, Chocho...—el chiquillo siempre utilizaba ese apodo cuando quería molestarla, aunque después de pelar terminaban riendo.

—Yo también, Chuchu —besó su mejilla. Los ojos sin querer se les desviaron a la cabeza de su hermanito, notando que ésta no tenía cabello alguno, sino que estaba totalmente cubierta por una tela café, la cual llegaba hasta la mitad de la espalda. No quiso mostrar lo mucho que le afectaba verlo de aquella forma por lo que forzó una sonrisa —Te ves muy guapo, Alan.

—Obvio, yo siempre me veo guapo —recalcó, seguidamente dejó salir una sonora carcajada.

—Si, si...como siempre tan humilde, bueno, vamos al departamento en donde estoy viviendo, apuesto a que te encantará —la morena lo ayudó con una de sus maletas y después partieron al departamento.

Yendo en un taxi, el joven estaba pegado a la ventana mirando todo el recorrido y tratando de grabar en su memoria cada detalle de la bonita ciudad. Cuando ingresaron al vecindario privado en donde estaba el departamento, el chiquillo no podía creer que su hermana viviera en un lugar como este.

—¿De verdad vives aquí, TN? —se giró a mirarla a lo que ella sonrió asintiendo levemente.

—Hace poco me mudé aquí —le informó la morena.

—Wou...

(...) 

TN se encontraba preparando el almuerzo para ella y para su hermano. Todo era comida nutritiva, la cual consistía principalmente de vegetales y poca carne ya que tenía que cuidar la salud de su nuevo residente por lo que debía seguir una dieta estricta marcada por el doctor que anteriormente llevaba el caso de Alan. La morena estaba tan centrada en lo que estaba haciendo que no escuchó para nada cuando abrieron la puerta de su departamento.
Jimin se había dado la tarde libre para  estar con su chica, aunque no era de su conocimiento que el pequeño hermano de la latina ya se encontraba en Corea. Cuando entró al lugar de inmediato la buscó en su habitación pero no estaba el ahí, entonces supuso que podría estar en la cocina y acertó. Al tenerla de espaldas hacia él, la tomó por la cintura, besando su cuello sin contener la lujuria que estaba creciendo en su cuerpo.
Ella tiró la cabeza sobre el hombro de Jimin, soltó un leve gemido ante tal acto repentino. La morena se giró para sellar con un beso sus labios, enredando los dedos en el sedoso cabello del chico coreano.

—Park —salió de su boca en medio del beso.

Aquello fue un gran estimulante que hizo al castaño sostenerla por los glúteos y seguidamente alzarla para que ella enrollara las piernas en su cintura. Le metió la lengua juguetona que poseía hasta lo profundo de su garganta, TN comenzó a sentir que algo duro y grueso chocaba con su parte íntima, sabiendo perfectamente de que se trataba. Bajó sus manos hasta llegar a esa extremidad dura del chico para posteriormente frotarla por encima de la tela del pantalón.