El Perfeccionista [Park Jimin]

♠•Capítulo 34•♠

Quiero que sientas mi amor,
Quiero que sepas que mis brazos te anhelan,

Quiero que entiendas que mi corazón arde en llamas por ti...
No te alejes de mi, no te alejes amor mío... No lo permitas...

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Hospital gangam, Seúl.

7:34 am

—Te noto un poco decaída, hija ¿Sucede algo malo que no me has contado? —la señora le miro muy preocupada.

La morena salió por un momento de sus lagunas mentales y reaccionó rápido a las palabras de su madre. —Oh, no, claro que no ¿Qué podría pasar? —después de sus palabras dejó caer sus hombros y emitió un profundo suspiro.

—¿Tan terrible es, que no me quieres contar? —la señora por supuesto conocía muy bien a su hija, ella sabía cuando la castaña estaba triste —TN...

Intentó evadir su mirada para que no la interrogara más, pero su progenitora era una mujer muy insistente y sobretodo alguien a la que no se le podía ocultar un secreto, por lo que sabía que terminaría contándole todo de igual forma.

—Ya que no me quieres decir, tendré que deducirlo por mi cuenta...—bastó unos segundos para construirse múltiples hechos que provocaban tristeza en su hija, sin embargo sabía que lo más probable esa causa estuviera directamente ligada con su yerno —Es por tu novio —lo dijo tan segura que captó rápidamente la mirada de su hija y supo que dio en el clavo.

—Si...

—Ni siquiera lo conozco en persona y ya me desagrada por provocarte tristeza —expresó la señora —si tu padre estuviera aquí, ya le hubiese pateado el trasero por hacerle daño a su niña.

La morena emitió una sonrisa pequeña
—No...él realmente no me ha hecho daño como tal, es decir...entre nosotros las cosas iban de maravilla pero me di cuenta de que me guarda secretos y, ese no es el problema porque se que todo el mundo tiene derecho guardar secretos.

—¿Entonces?

Guardó silencio por unos segundos y prosiguió —El problema es que esos secretos lo están dañando, mucho, se que lo afectan. Lo he notado. —desvío la mirada hacía la ventana de la habitación —También hay una persona con la que trabajé cuando recién llegué a Corea y por ella fue que conocí a Jimin, mi novio, pero también descubrí que esta persona intentaba dañarlo, lo defendí, ella me despidió...

—Ella, entonces hay una mujer involucrada..

—Sí, trabajé en su empresa pero después me cambié a la de mi novio, sin embargo ella no lo deja en paz. Se jacta en mi cara que Jimin me guarda secretos y de verdad intento restarle importancia a sus palabras, pero Jimin no me ayuda y con sus acciones hace que en enoje y me aleje. Se niega rotundamente a contarme algo —suspiro triste —yo le quiero, pero no se que hacer, mi novio no me tiene confianza y la confianza es primordial en una relación.

La madre pensó muy bien las cosas antes de decir algo —Escucha, hija...en una relación es muy importante la confianza, si, pero también la comprensión y el espacio. Los secretos que nos podemos guardar en ocasiones son muy severos, muy delicados. Tú no puedes llegar a exigirle que te los diga así sin más, el tiene sus razones para guardarlos.