paciencia › chanlix

capítulo doce.

En la hora de comer ya a todos los alumnos se les veía con hambre. El comedor era algo pequeño, pero todos cabían perfectamente.

Felix miró con algo de asco la bandeja, ésta contenía un sándwich de jamón y queso, una coca cola y de postre había helado.

Yup, calorías.

Con cuidado de que nadie lo estuviese viendo, tiró disimuladamente la bandeja en un cesto de basura y caminó tranquilamente hacia la salida. En su maleta tenía mucha comida y barritas saludables. Últimamente quería cuidar mucho más su cuerpo y su dieta estaba siendo algo estricta. No negaba que a veces le daba algo de curiosidad saber qué se sentiría masticar un trozo de hamburguesa con mucha carne derritiéndose en su boca, pero eso sería cometer un pecado.

Era vegano por el simple hecho de que de esa forma era mucho más fácil estar delgado.

El cuarto pequeño se encontraba vacío, sin rastros de nadie. Chan debía estar con sus amigos en el comedor, seguramente con el grupo de Jihoo.

O con la zorra de Ren.

Las tripas de Felix hicieron un ruido extraño y se apretó el estómago con fuerza. Tenía un jodido hambre de los mil demonios.

Abrió su maleta con rapidez, buscando las provisiones que había puesto en su lugar escondido. Entrecerró los ojos al ver unas cuantas chatarras, cosas que él no acostumbraba a comer. Hasta había un gran trozo de pizza, el olor era exquisito pero seguramente sabía a caca.

¿Dónde estaban sus verduritas y agua natural?

Buscó y buscó, pero no encontró nada. ¿Quizá su madre lo había cambiado? No, ella sabía que él no comía esas cosas. ¿Quién podría haber robado sus pastos?

Tiró toda la comida fuera, hasta lo bebible. No quería siquiera ver esa gran mierda o estaba seguro que caería en la tentación. Se recostó con el rostro adolorido, y con sus pequeñas manos en su barriga, sobando y tratando de calmar su hambre.

No tenía idea de quién podría haberlo hecho, porque él estuvo con Chan en la habitación en todo momento... ¿Habrá sido Chan?

"No es capaz de hacer algo así" pensó Felix, inocente.

Y en el comedor se encontraba Chan, riéndose con el grupo de amigos de Ren.

-¿Tú crees que no comerá?- le preguntaba Ren, aprovechando de tocarle ligeramente los hombros al pelinegro.

-Que sí, dice que es vegano.

-Pobre, pequeño cerdito, debe tener mucha hambre. - seguía Ren con malicia.

Chan sólo quería demostrar su odio, pero no le daba tanta gracia que insultaran al enano por diversión. Él lo podía hacer, porque era él, pero otros no tenían ese derecho.

-¿Te parece si vamos un rato al baño?- preguntó el de cabellos largos en un susurro, dejando una mano cerca de su ingle.

El pelinegro negó y retiró la mano. Sería peligroso porque algún profesor los podría ver y él no se metería en problemas por un polvo rápido.

-No tengo ganas. - contestó simple.

-Puedo hacer que te entren ganas más rápido de lo que crees...

-Te digo que no, no jodas.

Ren se ofendió y se giró para hablar con sus amigos, ignorándolo. Chan sólo rodó los ojos y se retiró del lugar, con la cabeza hecha un lío.

Le daba un poco de pena Felix, pero el mismo se lo había buscado.

El enano podría aguantar un poco de hambre, ¿verdad?

¡gracias por leer! 🌾.