capítulo veintisiete.

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El decorado había sido lindo, los regalos fueron numerosos, toda su familia se había juntado en años y todos parecían haberlo pasado muy bien, todos excepto Felix

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El decorado había sido lindo, los regalos fueron numerosos, toda su familia se había juntado en años y todos parecían haberlo pasado muy bien, todos excepto Felix.

Porque la cena de su cumpleaños ya había terminado y Chan no se dignó en aparecer.

—Felix, ya cambia esa cara por favor, me estresas. — le regañó su primo, Changbin.

No hizo caso a nadie y fue a su habitación a encerrarse. Estaba dolido, decepcionado más que nada. Todo lo que esperaba en ese día era ver a Lee acompañarle en la mesa y poder presentárselo a sus primos, pero nada de eso había pasado.

Su maquillaje y vestuario le llevó dos horas para el tonto del pelinegro, todo en vano. Chan dijo que estaría allí con él y... simplemente no pasó.

Por eso mismo se encontraba acurrucado en su cama, llorando a moco tendido, abrazándose a su oso de peluche, buscando un poco de consuelo. Hace años no se sentía tan mal, su pobre corazón estaba doliendo como nunca. ¿Así se sentía cuando te lastimaban sentimentalmente? Quizá si otros supieran el motivo de su llanto dirían "no es para tanto", pero para él si lo era.

Él sólo esperaba que Chan esté ahí a su lado, pero al parecer no era tan importante en su vida como creía. Se sentía un estorbo.

Unos toques en su puerta le dejaron estático, no pensaba siquiera abrir con esas pintas.

—Felix, abre. — su primo Seungmin de verdad estaba haciendo el intento de verlo mejor.

—Déjanos pasar Lixie, por favor... — la voz gruesa de Félix se oyó tímida, causándole cierta ternura.

Entonces se levantó y secó las lágrimas de sus ojos con el dorso de su mano, fue a abrir la puerta y unos abrazos calurosos fue lo primero que sintió. Agradeció que no preguntaran nada y simplemente se conformaban con estar con el.

—Espero que por lo que estés llorando valga la pena, porque te informo que se te corrió el rímel.

Se miró en el espejo al oír las palabras de Changbin, asustándose de su propio rostro. Buscó el desmaquillante con apuro, dejando a sus primos para que se acomoden en su habitación. Quería seguir deprimiéndose pero no permitirá que siguieran viéndolo así de vulnerable. Incluso sentía vergüenza de sí mismo por llorar frente a alguien.

Cuando su rostro estuvo limpio, cepilló los dientes y salió del baño, encontrándose con la escena de sus primos ocupando toda su cama. Al parecer le tocaría dormir en el piso.

—Así te ves mucho mejor. — le dijo Félix con una sonrisa, dejándole un espacio a su lado.

La charla comenzó y se permitió dejar de quebrantar tanto a su cabeza. Quizá que Chan ya no quiera nada con él sea lo mejor, sabía que tarde o temprano hubiese pasado eso. Al parecer Ren tenía razón y jamás debió hacerse ilusiones con alguien como el pelinegro, el no era nada, solo uno más de los que creyó tener oportunidad.

paciencia › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora