Capítulo 4: Tras las glicinas

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Después de apenas pegar ojo durante la noche, había pensado mi respuesta: rechazaría amablemente (y en privado) su propuesta. Agradecía lo que había hecho por mí, pero no iba a dejar que cargara con la responsabilidad de entrenarme cuando había otras personas muchísimo más habilidosas en plantilla.

Aquella mañana me levanté un poco antes de lo usual para entrenar y a la hora esperada me dirigí a la zona de entrenamiento. No hubo risas, ni comentarios por una vez, lo que me hizo disfrutar del camino. La mañana transcurrió con normalidad, por lo que, por un momento, pensé que a Rengoku-san se le había olvidado la pregunta de la noche anterior. Sin embargo, al final del entrenamiento, me hizo un gesto con la mano para que me acercara.

Avancé con indecisión. A lo mejor simplemente me llamaba para explicarme que la pregunta de la noche anterior fue una excusa para que los compañeros dejaran de molestarme:

—Bueno, (T/N)-san, te veo de mejor ánimo hoy ¿has pensado tu respuesta? — Sus palabras me pusieron bastante tensa. No esperaba que actuara con tanta normalidad después de lo ocurrido ayer.

—Mire, Rengoku-san, la verdad es que agradezco que me ayudara anoche de esa manera, pero... simplemente no tiene que tomar una decisión tan importante solo por eso. Entiendo que un Tsuguko tiene que elegirse con calma y premeditación...

—Por como me hablas, parece que me estás haciendo elegir tú a mí — dijo a carcajadas el pilar de llamas, aunque al instante su voz se tornó en un tono más serio — (T/N)-san, creo que has subestimado un poco mi juicio. ¿Crees que tomaría una decisión así a la ligera?

—Siento si ha sonado así, no me refería a eso... solo que entiendo que anoche... — A pesar de que practiqué en mi cabeza la respuesta que le daría durante la noche, me estaba quedando sin palabras de nuevo.

—(T/N)-san — hizo una pausa, esperando a que le prestara atención — vuelvo a decírtelo: no ha sido una decisión a la ligera. La verdad es que llevo mucho tiempo pensando en que quiero que seas mi Tsuguko. Lo he pensado bien, y es lo que me gustaría. Ahora bien: si no quieres, puedes decirlo, pero dilo claro. No te estoy preguntando si crees que deberías serlo, te estoy preguntando si quieres serlo. Y esta vez responde sinceramente.

No podía darle más vueltas al asunto, así que, esta vez, sí le respondí francamente:

—Sería un gran honor. —Aunque mi voz sonó firme, estaba aterrada: nunca había tenido que tomar una decisión a largo plazo. Toda mi vida se había basado en decisiones improvisadas, solo importaba sobrevivir. Nunca hacía nada que quisiera, pero tampoco tenía que soportar el peso de las consecuencias, el peso de una gran decisión que cambiaría mi vida, el peso del compromiso. Era justo eso lo que me aterraba: el compromiso, la confianza en otros... simplemente no se sentía natural en mi vida. Por otro lado, sí era cierto que nada se sentía «natural» en mi vida estos últimos meses: empecé buscando un trabajo fijo para subsistir y ahora, de repente, me encuentro en esta situación. Algo que cambiaría la forma de vida que conocía hasta el momento. ¿Realmente podría hacerlo sin decepcionar a nadie, o sin que nadie me decepcionara a mí? Miles de pensamientos y sentimientos me recorrieron en un segundo, pero una fuerte voz desvió toda mi atención.

—¡Así me gusta, con decisión! —Rengoku-san me dedicó una amplia sonrisa que me hizo querer desviar la mirada, aunque él no me lo permitió. — Entonces solo queda una cosa: la selección final. Es dentro de dos semanas, pero creo que vas a poder superarla sin problemas. De todas formas, no te confíes y sigue practicando como si cada segundo fuera la selección final, ¿de acuerdo?

—¡De acuerdo! —Yo también sonreí inconscientemente, y, quizá, me emocioné demasiado respondiendo. El pilar se sorprendió un poco al principio, pero luego volvió a responderme con una sonrisa aún mayor que me dejó, sentimentalmente, fuera de juego. — Vuelvo, si me lo permite, a mi cabaña —añadí nerviosa.

Mi adorable sucesora (Kyojuro Rengoku x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora