Flowers
3 de Julio de 2022
...
-Echo en falta a Jake -murmuró la castaña mientras paseaba dando vueltas por su cuarto, aún sabiendo que lo que extrañaba era más bien saber que Jake estaba bien. Porque en ese momento no lo estaba y no podía hablar con él sobre ello.
Escuchó varios golpes en la puerta. Sunoo, que había estado durmiendo en el cuarto de Sunghoon los días que estuvo allí, decidió que empezaría a dormir con ella para reconfortarla. Acababa, además, de llegar de su último día de instituto antes de sus vacaciones de verano.
-Puedes entrar. -Sophie se sentó en su sofá-cama aparentando una tranquilidad que no reinaba en ella en esos momentos, como de costumbre.
-¿Estás mejor? -dejó su mochila con ropa y un pijama en el perchero de la puerta y cerró tras de sí.
Sophie asintió, restándole importancia al asunto.
Había recibido un "hola", como su madre le dijo. Una simple nota de voz de un segundo, de la voz desganada y desanimada de su primo en un hospital en Australia. Aquello no le había subido el ánimo, tampoco se lo bajó. Estaba exactamente igual.-¿Qué tal tus exámenes? -cuestionó invitando a Sunoo a sentarse a su lado, dándole pequeñas palmadas a la superficie del sofá.
-Bien. Todo aprobado con buena nota. -sonrió y tomó asiento.
La estrujó entre sus brazos tan pronto como se sentó, haciendo que Sophie se echara hacia atrás por la sorpresa. Terminó acostado sobre ella, llenándole las mejillas de besos que la australiana recibía sin oponer resistencia.
Sunoo le ponía feliz instantáneamente. Un solo beso de su parte ponía una sonrisa en el rostro de Sophie, y un montón de ellos hacían que su corazón sonriera de igual manera, y que palpitara con una intensidad desmesurada.Estando con él se sentía como en casa, aún cuando no lo estaba. Estaba lejos y los verdaderos asuntos familiares eran más urgentes que nunca. Sin embargo, todo, incluso quienes estaban involucrados, apuntaban a que Sophie y Sunoo permanecieran juntos y cubrieran el tiempo que les quedaba.
Entonces Sophie se dio cuenta de algo. Si todos estaban poniendo de su parte para que se quedara con él, e insistiendo en ello, ¿por qué iba a estar triste? ¿Por qué permanecer en su cuarto hasta que Jake volviera, y la tristeza continuara en el momento de consolarlo y darle apoyo?-¡Sunoo! -exclamó riendo, tratando de que este parara por un momento. Sus miradas conectaron cuando él se apoyó sobre sus antebrazos y quedó a una distancia corta de su rostro-. Hagamos algo. Quiero salir de aquí.
-Eso es perfecto, porque ya tenía algo planeado. -esbozó una sonrisa de oreja a oreja y se agachó, para así dejar un último beso en sus labios antes de reincorporarse y levantarse-. Deshazte del pijama, ¡vamos a tener una cita!
Sophie rió por la ternura de su meloso tono de voz, y asintió, haciéndole caso y poniéndose en pie.
...
Unos vaqueros cortos y un top amarillo con estampado de margaritas y mangas anchas cubrieron a Sophie, quien se recogió el pelo en su típico moño, que esta vez adornó con un pequeño lazo blanco.
Sunoo, cuyo plan parecía entusiasmarle, agarró la mano de Sophie llevándola rápidamente a la puerta.
-¡Sunghoon, nos vamos! -gritó, recibiendo como respuesta un "vale" del pelinegro desde su habitación.
Sophie metió su teléfono en la bandolera de flecos marrones que llevaba colgada del hombro y siguió al chico de cabellos rosados en su entusiasmante viaje.
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No se esperaba que Heeseung fuera a hacer de chófer, y además con Riki de acompañante, aunque se dio cuenta del por qué a mitad de trayecto. Llevaban ya quince minutos de viaje y el más joven no paraba de hablar de un partido de fútbol que decían que iban a ver. Entonces, Sunoo le explicó a la castaña que irían a un prado en el que preparó algo para ella, y cerca había un campo de fútbol en el que se celebraría el partido que los otros dos chicos irían a ver mientras ellos estaban en la cita.
-Ya hemos llegado -avisó Heeseung, emocionado por dejarlos por fin a ellos para así irse con Riki a lo que verdaderamente le interesaba-. Os recogeremos en dos horas -dijo, a la par que Sunoo y Sophie se desabrochaban sus cinturones.
Ambos se bajaron, viendo así un amplio y precioso campo frente a ellos. En él abundaba la vegetación, y había pequeñas casas de colores esparcidas por su terreno. Las flores le daban un toque vivo, los arbustos y los robles altos que daban sombra.
Sunoo sacó del maletero algo que probablemente preparó con Heeseung antes, una cesta de mimbre que le recordaba a su primera cita en la playa.-Esta vez también haremos un picnic, pero uno como es debido. Entre la hierba húmeda, bajo la sombra de un gran árbol... -comentó Sunoo con aire soñador, adelantándose con la cesta en la mano.
Sophie sonrió para sí misma y le siguió.
Era un lugar de ensueño, a partir de cierto punto, no se veía nada además de colores posados sobre el verdoso césped, y si miraba hacia abajo, sus pies pasando por el camino de piedras blancas, siguiendo a Sunoo.
Este se dirigía a un lugar concreto. Bajo un árbol en el que el camino se abría, convirtiéndose así en un lugar esférico que parecía especialmente hecho para momentos como aquel y, además, resguardado por la sombra del gran roble de hojas enormes y vivas.Sophie corrió hacia Sunoo una vez llegaron, asombrada por que el chico siempre escogiera los mejores lugares para que ambos encontraran la paz, el absoluto silencio adornado con el canto alegre de los pájaros, y la felicidad.
Se aferró a él por detrás recibiendo una sonrisa y una mirada rápida, antes de que ambos se agacharan y Sunoo sacara de la cesta de mimbre una pequeña manta blanca que extendió. Sobre esta comenzó a colocar la comida preparada. Zumos, algunas frutas, gofres y otras cosas para untar en estos, como mantequilla o distintos tipos de quesos que colocó sobre una pequeña tabla de madera, seguidos de algunas cerezas y nueces.Sophie miró a sus alrededores dándose cuenta de lo bonito que se veía el lugar, y volviendo a mirar la zona donde estaba, viendo que llegaba tan solo un pequeño rayo de luz que iluminaba el rostro de Sunoo. Parecía angelical, y desde luego que lo era.
Con una sonrisa en el rostro, fue a agradecerle aquello, pero volvió a adelantarse. Bajo la luz que iluminaba más que de costumbre sus cabellos rosa palo, sacó del segundo compartimento de la cesta un pequeño ramo de flores. Crisantemos de diversos colores, diminutos, delicados y preciosos con tallos alargados. Rosas, blancos y amarillos.
El rosa le recordaba a Sunoo, el amarillo a ella, y el blanco a la pureza de su relación.Se los entregó, y Sophie los agarró enternecida y apreciando cada detalle de aquellas flores. Siempre le habían gustado las plantas, especialmente las que daban especímenes como aquellos. Así de bonitos y únicos. Tenían una belleza singular que le encantaba y una distinción asombrosa.
Eran ligeramente parecidos a Sunoo, sobre todo los de color rosa.Se acercó a el y lo envolvió en un abrazo, con cuidado de no estropear el regalo que pondría en un jarrón con agua en su cuarto.
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𝐎𝐔𝐑 𝐒𝐔𝐌𝐌𝐄𝐑 | Kim Sunoo ✓
Fiksi Penggemar| "Nunca dejes que nadie te borre esa sonrisa del rostro. Ni siquiera yo. Ni siquiera esto". El mejor verano de la historia, sin duda. Un remolino de emociones que trajo la odiada calma tras de sí. Sophie hubiera preferido quedarse allí incluso cuan...