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Me desperté abruptamente,mirando a mis alrededores asustada,al ver en dónde me encontraba mi respiración se fue calmando más,"solo era una pesadilla..." Me dije a mi misma,intentando consolarme.
Hace semanas que no podía conciliar el sueño, siempre me levantaba en la madrugada debido a las pesadillas,que más que pesadillas eran recuerdos,mi infancia fue triste,tal vez no al grado de la de mis compañeros,pero mi trauma no era con eso,era con mis familiares,más concretamente con mi hermano,persona que me obligó desde muy pequeña al igual que mi padre a entrenar para algún día ser cazadora como el linaje de mi familia había sido durante muchas décadas.
Estaba temblando,unas gotas de sudor frio que caían de mi frente empezaron a molestarme,me abrace a mi misma,mientras volteaba hacia la ventana. Parecía ser de mañana,la finca mariposa se veía mucho más linda,las camas que estaban en la habitación estaban solas,me desperté más tarde que mis compañeros con los que venía conviviendo un mes.
-Ey,Zenitsu me dijo que te escucho despertarte,¿todo bien?.- La voz de Tanjiro hizo que me sobresaltara de lo repentino que apareció en el marco de la puerta,yo lo voltee a ver intentando dar mi mejor sonrisa,no quería preocupar a nadie o causar un escándalo por algo que seguidamente me pasa,se que lo hacen con las mejores intenciones,pero no me agrada para nada dar pena,menos a cazadores que son varios rangos menores que yo.
-Akane...¿Está todo bien?.- Era obvio que no iba a poder engañar de mi mal estado al pelirrojo,pues mi respiración era descontrolada y mientras más me ponía nerviosa más sudaba. La mirada de preocupación de Kamado hizo que mis ojos se cristalizaran,mientras más me veía más ganas me daban de llorar. Aparté mi vista,y baje mi cabeza,escondiendo la en mis rodillas,mientras me seguía abrazando a mi misma,intentando desesperadamente calmarme.
-Ey, tranquila.- El se me acercó,y me abrazó,ya habían pasado más de cinco veces en las que el me veía despertar en este estado,nunca me preguntó nada,pero siempre me consolaba,era algo que le agradecía mucho aunque nunca se lo dijera. Intentaba con todas mis fuerzas ahogar pequeños sollozos en su hombro,pero al sentir su cálido tacto me daban más ganas de llorar. Miles de veces a lo largo de mi vida me e tragado mi dolor,que es lo pienso que más me a afectado,pero yo aún no estaba preparada para hablar sobre eso,antes ni siquiera me imaginaba que tendría alguna persona con la cual poder desahogarme,y ahora que las tengo, simplemente no salen mis palabras.
Escuché los pasos de Inosuke y Zenitsu,por inercia voltee mi cabeza hacia el lado contrario,no quería que me vieran llorando,no quería que nadie viera lo estúpida que me veía llorando.
-Es hora de entrenar Tanjiro y Akane.- Escuché que el amarillo dijo,e Inosuke al parecer se mantenía en silencio. -¿Te sientes bien Akane?-. Zenitsu pregunto,creo que era algo obvio que no estaba bien,pero aún así se veía tierno preocupándose por mi. Duré unos segundos en silencio,sentía mi garganta seca y no quería que mi voz se quebrará al hablar. Limpié mis lágrimas con la manga de mi vestuario.
