☽︎𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘:𝚇𝙸☾︎

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-Él me dijo que te entregará esto

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-Él me dijo que te entregará esto.-
Escuché a mis espaldas la auténtica voz de asco y superioridad de Daki.
Voltee a verla,y en sus manos venían dos pares de sandalias japonesas,junto con una caja que por su olor invadiendo mi nariz me di cuenta casi al instante que era comida.
Lo agarre sin pensarlo dos veces,por fin ya no tenía que estar descalza y mis pies iban a descansar por lo menos un poco.
Me senté con una leve sonrisa en la boca,a diferencia de los primeros días la comida ya no me estaba faltando,eso era un milagro.
La mirada penetrante de la mujer seguía sobre mi,ya eran varias veces dónde ella solo venía a traerme cosas,y eso parecía irritarla.
Después de varios segundos ella por fin se fue,dejándome sola como acostumbraba,sacaba la comida tranquilamente, mientras preparaba mis palillos para empezar a comer.
La noche cuándo tuve esa discusión con Gyutaro fue la última vez que lo ví desde hace dos días,cosa que se me había raro,por supuesto,un pequeño miedo había en mi interior gritándome que estaba enojado conmigo,y la verdad es que daría igual si mi vida no estuviera completamente en la palma de su mano.

Solo me quedaba ver qué pasaba cuando llegará,si es que llega,pues irónicamente los demonios al parecer también se la pasan ocupados comiendo gente o cumpliendo misiones de Muzan,cosas así.
Ya terminando de comer,agarre los dos pares de sandalias mirandonlas con atención,eran de buena calidad,de las que usaría una Oiran.
Una pequeña duda sobre como las habría conseguido surgió de mi,tal vez la mujer las compró,después de todo Daki era tan hermosa como fastidiosa,aunque más la primera, fácilmente sería una de las Oiranes más bellas de aquel distrito.
Al ver a ese par de hermanos me dió un poco de duda sobre si eran de sangre o solo una de las farsas como la de la Quinta inferior,pues ambos eran totalmente distintos.
Cómo Gyutaro lo recalcaba constantemente,su apariencia no era la mejor,era pésima,no en modo ser repugnante como él lo dice,en el modo que se veía muy descuidado.
Tenía los ojos caídos,más no se veían feos,tenía ojeras,pero eso es por su falta de descanso,no por genética,al igual que las múltiples venas sobre sus ojos,su cabello descuidado que ya tenía algo de encanto,y su complexión extremadamente delgada del estómago aunque tenía un cuerpo definido.
Pero definitivamente lo que más se resaltaba de él eran aquellas marcas que podía deducir rápidamente que eran de cazador,tenían el ritmo de el agua fluyendo o por lo menos así las veía,como si alguien le hubiera salpicado pintura,eran...peculiares.
Y por otro lado,la increíble mujer con un cuerpo delgado y curvilíneo,un rostro fino con rasgos elegantes acompañados de unos ojos muy profundos,era hermosa,y a cambio de su "hermano",ella no tenía marcas de haber sufrido la vida que el demonio dice que vivió.

Sacudí mi cabeza levemente de un lado a otro,aunque la interacción con los demonios había sido poca hasta ese incidente,su forma de actuar decía mucho de ellos,cosa que me daba mucho de que pensar.

Comencé a ponerme las dos sandalias,al tenerlas ya puestas estiré mis piernas para ver desde lejos como se me veían,eran preciosas.
Aunque los atuendos que el degenerado de Gyutaro me daba eran horriblemente fetichistas,tenía que admitir que eran muy hermosos,tenían una tela fina y suave, cómo los que las personas de alta alcurnia compran.
También los Kimonos que me brindaba Daki de vez en cuando para poder salir,yo era amante de la ropa,y me era fácil distinguir que aquellos vestuarios eran usados en las mejores casas del distrito,cosa que dejando toda la mierda de situación de lado,me ponía algo feliz.

Última oportunidad➪𝐺𝑦𝑢𝑡𝑎𝑟𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora