¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un gran y molestó zumbido hacia que el interior de mis orejas empezarán a doler,aunque quería abrir los ojos no podía,sentía estos completamente pegados y aunque mi mente estaba despierta,mi cuerpo se sentía demaciado débil como si yo no tuviera el control de él. Pero me forcé a mi misma,aunque estaba desconcertada mis párpados se iban despegando lentamente,dejando que un poco de luz se infiltre entre mis pupilas.
Teniendo los ojos a medio abrir pude darme cuenta que mi mirada estaba completamente borrosa."¿Luz?"pensé extrañada,ahí me di cuenta después de segundos que no estaba en la cabaña,pues el olor a pino y tierra mojada ya no llegaba a mis fosas nasales. Me removí un poco,a causa de lo perdida que estaba mi mente no caí en cuenta que me encontraba bajo mantas,mantas que aunque eran pesadas no podían quitarme el frío que mientras más tomaba conciencia más se intensificaba.
Por eso mismo mi cuerpo volvió a temblar,moví un poco mis labios dándome cuenta que los tenía demaciado secos,ni siquiera sentía saliva en mi garganta la cuál estaba adolorida. Voces,voces era lo que se empezaba a filtrar entre mi conducto auditivo,no podía entender nada de lo que decían, ni siquiera podía reconocerlas,pero solté un leve suspiro al darme cuenta que no estaba sola,eso ya me daba tranquilidad.
Ahora que tenía los ojos completamente abiertos mi vista enfocaba por algunos segundos para después volverse otra vez borrosa,gracias a eso pude darme cuenta que estaba en un cuarto de madera. Voltee hacia un lado mío con gran pesar a causa de el frío que congelaba mis huesos,a duras penas logré divisar los pies de una mujer la cuál tenía un kimono largo y elegante. No alcanzaba a verle la cara,ni siquiera las manos pero pude darme cuenta que estaba hablando con otra persona la cuál estaba en el otro lado de la habitación.
Aquello me llevó a volver a voltear mi cabeza,soltando un quejido en el proceso,tal fue mi tranquilidad al toparme con unos pies inconfundibles,era Gyutaro,el cuál parecía haberse dado cuenta de que estaba conciente debido a su lenguaje corporal. Ambos dejaron de hablar y el demonio empezó a acercarse cada vez a mi. Con las pocas fuerzas que tenía llevé mi mirada hacia su rostro,lo veía borroso pero era suficiente para hacerme sacar un leve sonrisa.
Él están hablándome,no sabía de qué,pero un sentimiento se revolvió en mi corazón al notar el semblante preocupado con el que él me veía. Sentí cómo me agarró la mano la cuál estaba afuera de las cobijas,su tacto era lo único que me daba un poco de calidez,por inercia yo apreté su mano,no sabía que estaba pasando,pero no quería que él se separará de mi.
¿"Doctor"? Pensé con los ojos abiertos de par en par por la sorpresa,aquella palabra era lo único que pude entender. Pero mi inconsciente me respondió,"imposible",no podía tener contacto con algún otro humano,supuse que estaba en el cuarto se Daki o algo así,pero con un Doctor jamás.
Gyutaro volvió a posar su mirada sobre mi,sentí como su mano recorrió mi mejilla. Y con un gran dolor ví como él empezaba a levantarse,con las pocas fuerzas que me quedaban levanté mi brazo,intentando de manera absurda detenerlo,cosa que no pasó,aquella silueta alta y tan familiar se desapareció de un momento a otro.
