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Mis pies descalzos ya estaban algo heridos por estar caminando de un tejado a otro, claramente no iba sola,la mirada penetrante sobre mi nuca indicaba que el demonio veía con atención cada uno de mis movimientos,poniendo mi cuerpo algo tenso e incómodo,llevaba sobre mis dos manos una caja de comida como acostumbraba llevarle a Amane,un brillo en mis ojos de emoción se intensificaba por cada doloroso paso,cada vez me adentraba más en aquel barrio tan peligroso,sucio y asqueroso dónde irónicamente vivía un niño tan encantador,amable y cálido. "Espero esté bien",es lo que iba pensando durante todo el camino en el que intentaba ir lo más rápido posible pero sin ser muy brusca,pues el demonio que estaba atrás de mi en la más mínima sospecha de una huída me iba a devolver a aquella cabaña. Paré en seco,y voltee a ver a Gyutaro,el al igual que yo paró sus pasos.
-Llegamos...esa es la casa.- Le dije a la vez que apuntaba hacia una pequeña vivienda que estaba justo enfrente de en la que estabamos parados en el tejado,la razón por la que le dije eso es porque realmente estaba muy nerviosa por cada movimiento mío,no quería cagarla,no quería perder está oportunidad de poder volver a verlo tal vez por última vez,estaba completamente en las manos de dos demonios,no sabía cuándo se cansarían de mi,quería aprovechar cada segundo antes de eso.
-¿Y que esperas?.- El me dijo a la vez que con la cabeza hacia una señal,dándome a entender que podía seguir. Tenía un poco de confusión,la distancia era la suficiente como para huir de el,y ambos lo sabíamos perfectamente. -Pero recuerda,lo que hagas lo pagará él,no tú.- Tragué saliva al escuchar aquella amenaza tan fría y seca que salía de los labios del demonio. Una gota fría de sudor cayó de mi cien,era verdad,¿Que más daba si me mataban o torturaban?,después de todo acepte cualquiera de esas dos cosas al entregarme a aquellos demonios a cambio de que le perdonarán la vida a Amane,y eso ellos lo sabían.
Salí de mi trance,y retomando mi postura empezé a bajar de aquel techo,topandome con el suelo lleno de tierra y pequeñas piedras que empezaban a calarme en los talones. Caminaba directamente hacia la puerta de esa casa,una oleada de nostalgia combinada con nervios llegaba hacia mi,aunque no haya pasado tanto tiempo en realidad pensé que después de la pelea contra los hermanos jamás lo volvería a ver y esa era la razón por la que me despedí de Amane en aquel bosque.
Mi mano estaba temblorosa,pero aún así la guíe hacia la puerta de esa casa. Uno,dos,tres golpes algo fuertes por mi impaciencia di hacia esa estructura de madera,nada,era lo que pasó,el silencio reinaba no solo en aquel lugar si no en todo el barrio, inmediatamente mi mente se llenó de los peores escenarios posibles,era la primera vez que Amane no me habría la puerta,¿Me habré equivocado de casa?,imposible,jamás me equivocaría,¿Se habrán ido?,tampoco,yo jamás permití que ellos cayeran en las deudas o en problemas como para abandonar su humilde hogar,entonces,¿Que era?.
Unos gritos acompañados de varios pasos apresurados se escuchaban aproximándose en un callejón, cuándo los dueños de aquellos sonidos se hicieron presentes mi corazón dió un vuelco en si. Era Amane huyendo de otros niños unos cuantos años más grandes que él,el menor se había recostado en la pared,el se hacía bolita cubriendo en su estómago una caja que no sabía que era,pero la defendía con su cuerpo. Salí de mi shock al ver su pequeño cuerpo lleno de heridas,lo más rápido que pude baje la caja de comida y me acerqué hacia aquellos adolescentes los cuales seguían lastimando al menor mientas decían cosas las cuales no me di tiempo de entender. Me posicione atrás de ellos,y se dieron cuenta segundos tarde dónde mi puño ya se acercaba al rostro de uno. Hice mi mejor esfuerzo por aguantarme la fuerza con la que daba ese puñetazo,pero al ver el cuerpo del abusador salir disparado y caer en unas cajas de madera supe que había cometido un error.
